Murciélagos de Champions

23 de Agosto de 2015, 15:00 horas, aficionados del club de Mestalla comienzan a hacer cola para conseguir una entrada para la vuelta de la previa de la UEFA Champions League. Les esperaba una larga tarde y una larga noche hasta que abrieran las puertas a las 10 de la mañana de hoy. Un comportamiento ejemplar de los aficionados que, pese a los lógicos momentos de tensión, ha demostrado que es una afición de Champions. Se trata del partido más esperado desde el 24 de mayo, día en que el equipo certificó su cuarto puesto en la Liga. Además de por la importancia del encuentro, la entrada que los aficionados acaban de adquirir no es una entrada cualquiera, es una entrada que simboliza amor y fidelidad por el Valencia CF y que simboliza el que puede ser el día en el que se empiece a escribir una nueva página en la historia del club. Una travesía de más de 2.000 kilómetros: Valencia–Mónaco– Valencia que esperemos acabe con los aficionados llegando a Mestalla el miércoles con una sonrisa en la cara y la clasificación en el bolsillo.

Mil gargantas animarán sin descanso en un estadio con capacidad para 18.200 personas que se vestirá de naranja, blanquinegro y de los colores de la Senyera durante unas horas. Mil personas que tomarán rumbo a Mónaco con ilusión, conscientes de que no es un partido fácil, pero optimistas y convencidos de que el equipo logrará estar donde siempre debió hacerlo: en la mayor competición del fútbol continental.

Una afición sedienta de Champions, de noches mágicas en Mestalla, en el salón de su casa, en el bar de siempre, en el coche… porque en Mestalla solo caben 55.000 espectadores, pero hay millones de valencianistas que no pueden ver a su equipo en directo, que sufren lo mismo y a los que también se les pone la piel de gallina cuando escucha el himno de la Champions.

Unamos nuestras fuerzas para que mañana cuando Rizzoli pite el final del partido podamos gritar con fuerza que “Junts hem tornat” (“Juntos hemos vuelto”).

AMUNT AFICIÓ! AMUNT VALENCIA!

Por Iván Sánchez

Foto: Bárbara Faubel

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