Néstor Mataix lleva poco más de un año al frente de la cantera del Valencia Basket. Después de ocupar el cargo de tercer entrenador del primer equipo durante la 2010/2011, el técnico valenciano se encarga ahora de coordinar los distintos equipos de la base ‘taronja’. Qué mejor que hablar con él para analizar los retos de presente y futuro a los que se enfrenta la ‘pedrera’ valenciana. En esta primera entrega, hablamos del filial EBA y de los internacionales españoles de la cantera.
P: Tras mucho tiempo entrenando en las canchas, ¿cambiar el parqué por los despachos ha sido complicado?
R: Es otro trabajo. Yo también he estado de director en un colegio y al mismo tiempo lo compaginaba entrenando. Ahora es cierto que no entreno en el día a día de pista, pero si puedo recuperar lesionados lo intento, si faltan entrenadores puedo estar ayudando. Siempre tengo algo de gusanillo por las pistas, pero lo llevo bien. Es otro tipo de organización, de gestión: tener todas las pistas disponibles, los calendarios, los torneos, reuniones con padres… implica cosas muy diferentes al día a día de un entrenador.
P: ¿Cuáles son los objetivos de la cantera de Valencia Basket para esta próxima temporada? ¿Cambia algo respecto al año pasado?
R: Los objetivos son los mismos que el año pasado. Nosotros tenemos marcada una línea deportiva y dentro ahí yo marco a los entrenadores los objetivos para trabajar con sus equipos. Pedimos estar lo más alto posible en todos los equipos que sean de la serie A porque son los que en principio nos van a llevar a un nivel de competición mucho más alto. Respecto a los equipos de la serie B, competir hasta donde lleguen para formarse de cara al año siguiente y mantener el nivel.
A partir de ahí, pedimos esfuerzo, sacrificio todos los días de cancha, concentración… Marcamos ese tipo de pautas. Tampoco hay un nivel de presión por querer llegar lejos, queremos llegar lo más lejos que podamos con lo que tenemos. En principio, solemos estar entre los mejores pero no tenemos porqué serlo en todas las competiciones.
P: El EBA ha sufrido algunos cambios en su plantilla, con la llegada de Roger procedente de Amics o la vuelta de Guillem Pla, ¿qué análisis haces de la plantilla del filial esta temporada?
El equipo filial es de trabajo. A día de hoy intentamos compaginar gente que nos ayude a entrenar con algunos jugadores que puedan llegar a este nivel. En el caso de Guillem y Roger, nos van a ayudar a subir el nivel para que los chicos jóvenes, si tienen alguna opción, puedan subir. Hay un equilibrio y en ningún momento ese equipo está condicionado al resultado, me da igual que queden primeros. El año pasado se hizo muy bien y se jugó la fase de ascenso pero igual hubiésemos quedado por abajo y hubiese estado igual de bien. Lo importante es el trabajo en la pista y conseguir que dentro de unos años pueda salir alguien de ese trabajo. Lo que pasa es que eso no solo viene del equipo EBA, sino de atrás y muchas veces no tenemos a los chicos tan pronto.
Guillem Pla nos va a ayudar a la hora de que Borja Soriano pueda formarse más porque es un veterano joven que conoce bastante bien la categoría y está muy implicado en el club, ya ha estado aquí. Nosotros estamos encantados de que vuelva porque nos va a dar un nivel alto. Con Roger, exactamente lo mismo. Hace falta ver cómo responden los jóvenes como Matías Boho, Borja Soriano y Xavi Cortina, que son tres juniors recién ascendidos. No es lo mismo jugar en junior que en senior porque la gente quizás no tenga tanto talento como tú pero simplemente por el hecho llevar muchos años se nota. Es muy fácil anotar 25 puntos en junior, pero en senior ese mismo jugador a lo mejor no los mete y le lleva muchos años adaptarse. El club apuesta por ellos, igual que apostaremos por los juniors que vienen ahora por detrás para intentar dar ese salto al equipo.
P: Mucha gente no ve con buenos que jugadores mayores de 21 años estén jugando en el filial.
R: Tienes que ser consecuente: depende del objetivo principal del club y de su filosofía puedes tener gente más joven o no. No sé la media de edad de este año, pero la de la temporada pasada estaba en 20 años. Al final no es tan alta y necesitas competir. Para seguir haciéndolo en esta liga necesitas tener un cierto nivel. Tenemos quizás a la mayoría de jóvenes valencianos que están cerca y no han dejado el deporte. ¿Implica eso tener a gente de 21-22 años? Sí, pero son más jóvenes que el resto. Si miras alrededor de Liga EBA y sus equipos, puede haber un jugador que a lo mejor hemos estado en contacto con él y no ha querido venir de esa edad. No siempre va a gusto de todos. Aquí apostamos por los cuatro o cinco que tienen juventud y pueden llegar. Es un poco la filosofía que ha cambiado respecto a los últimos años.
P: Decíais que no os marcáis objetivos con el equipo EBA, pero el año pasado se quedó el equipo a un partido de ascender. ¿Es algo factible competir en LEB Plata algún día?
R: A día de hoy no es nuestro objetivo principal, igual que el año pasado tampoco lo fue. Fue un regalo jugar una fase con los chicos, trabajaron muy bien y llegas ahí… Habría que ver si de ese equipo filial y los jugadores que tenemos podrían continuar todos, porque cuando cambias de categoría el nivel es un poco más alto y algunos no podrían seguir. Tendríamos que buscar gente nueva y renovar la plantilla. Habría que valorar realmente si vale la pena o no competir ahí. A día de hoy creo que estamos bien como estamos porque el equipo filial nos tiene que ayudar a poder entrenar con el primer equipo. Quizás un equipo de LEB Plata nos quitaría mucho tiempo y tendrías que tener un equipo de un cierto nivel para hacerlo.
P: En el equipo EBA está el jugador al que muchos denominan la ‘joya de la cantera’, Pablo Pérez. ¿Cómo ves su progresión?
R: Es un chico que tiene que trabajar y esforzarse mucho. Todo lo que trabaje en pista va a ser bueno para que pueda ser un gran jugador. Él es un buen jugador de su edad, va con sus selecciones nacionales, y si da un salto de calidad a nivel de entrenamiento y supera su esfuerzo puede llegar a ser un buen jugador de futuro. No sabemos si saldrá en Valencia Basket o saldrá en otro sitio porque aquí han pasado muchos pero luego no suben porque es difícil. Si quieres estar entre los primeros no puedes tener a mucha gente a ese nivel a no ser que esté consagrado o que realmente veas que sea algo especial.
P: ¿Le ayudará que su seleccionador este verano, Carles Duran, esté de segundo del equipo ACB?
R: Es pronto para valorarlo porque llevamos muy poco tiempo con Carles y han entrenado, pero más a nivel colectivo que a individual. Seguramente consigamos hacer algún trabajo específico con él, al igual que otros chicos de la cantera, porque ahí es donde ganas calidad. Veremos si es capaz de sacar esas sesiones, subir el nivel y saber si realmente ha aprovechado eso. Es muy pronto para hacer ese tipo de valoraciones, igual que es muy pronto para decir si es un chico ACB o no lo es. Es muy buen jugador… a su nivel. De aquí a arriba hay mucho.
P: Además de Pablo Pérez, el otro jugador de la cantera que pasó el corte para ir a su selección nacional fue Josep Puerto (sub-15). ¿Es una apuesta subirle al Junior A siendo cadete de segundo?
R: No es una cuestión de apuesta, sino de competitividad. A veces necesitas subir a alguien para que pueda competir. El Cadete A está muy bien, pero quizás Josep necesita un plus de exigencia por lo que estás diciendo: igual está a un nivel por encima y para poder mantenerlo y desarrollarlo se tiene que esforzar día a día en la pista. Si no termina de hacerlo será un buen jugador, pero a lo mejor no puede llegar a donde podría. La apuesta está hecha ahí para que pueda subir un escalón, aunque va a seguir estando vinculado con el Cadete.
Josep tiene un físico que no tienen sus compañeros cadetes, puede pegarse perfectamente con los juniors e incluso también con un senior porque es muy fuerte, tiene un armario muy grande. Es importante que pueda desarrollarse como jugador. Es un alero que puede mejorar su tiro, no a nivel de precisión sino en velocidad de ejecución, su pase, saber en estas en situaciones concretas de partido… Es un caso excepcional porque ha estado dos años lesionado ya que mientras sigue creciendo su cuerpo le provoca la lesión. A lo mejor en dos años ha entrenado seis meses y ha perdido mucho tiempo de trabajo con respecto a sus compañeros. No sé si será buena o mala la decisión que hemos tomado, pero en principio todo lo hacemos por su bien.