Nuno Espírito Santo, el favorito de Mendes para el banquillo del nuevo Valencia

Se antoja complicado resumir la carrera de Nuno Herlander Simões Espírito Santo (São Tomé, Portugal, 1974) en unos pocos párrafos, habida cuenta de que a lo largo de su carrera como guardameta apenas destacó en todos los clubes en los que militó. Si bien su irrupción como técnico en los últimos dos años ha sido más que notable al frente del modesto Río Ave, sus anteriores experiencias en los banquillos no fueron todo lo satisfactorias que hubiese deseado. A sus 40 años, Nuno tiene ante sí la posibilidad de entrenar al Valencia la temporada que viene si Jorge Mendes impone su opinión deportiva a los deseos de Rufete y Salvo, que apuestan por la continuidad de Juan Antonio Pizzi en el cargo.

Los inicios de Nuno en el mundo del fútbol estuvieron marcados, cómo no, por su pertenencia al Vitoria de Guimaraes, en el que su trayectoria como guardameta se prolongó durante cinco campañas, aunque una de ellas la pasó en calidad de cedido en el SC Vila Real. A lo largo de ese lustro, sin embargo, nunca encontró la continuidad necesaria para despuntar: apenas acumuló 53 partidos oficiales en ambos conjuntos. Sin embargo, su juventud y margen de mejora le valieron varias convocatorias con la selección portuguesa sub-21, con la que disputó tres partidos oficiales.

Fue curiosamente en el norte de Portugal, muy cerca de territorio español, donde Nuno conocería al hombre que le cambiaría la vida, y viceversa. A mediados de los noventa, en la localidad de Caminha, conoció a Jorge Mendes, por aquel entonces un ex futbolista retirado a los treinta años y que regentaba una discoteca llamada Alfandega. Ambos hicieron buenas migas y Mendes se convirtió en agente del guardameta, culminando su primera operación como representante con el traspaso de Nuno desde el Vitoria Guimaraes hasta el Deportivo de la Coruña en verano de 1997, club presidido por aquel entonces por Augusto César Lendoiro.

«Nuno es en A Coruña un recuerdo como tantos otros, un cromo más en una época en que no era extraño que el Deportivo comenzase las pretemporadas hasta con 40 futbolistas», destaca Tomás Magaña, afincado en la localidad gallega y redactor de la revista Fútbol Táctico. «Llegó a Riazor después de una negociación muy tensa con el Vitória de Guimarães, declaración de rebeldía incluida, y con la etiqueta de mejor guardameta joven de Portugal», agrega. El periodista reconoce que el portero tenía condiciones y apuntaba maneras -participó en las Olimpiadas de Atlanta 96-, «pero primero Songo’o y después Molina le cerraron el paso. Siempre fue tercera opción».

La amistad y relación con Mendes, marcada por aquella operación primigenia que marcaría para siempre el futuro de ambos hombres, se ha mantenido durante casi dos décadas. Una vez colgó sus guantes tras pasar por Depor, Mérida -donde mayor continuidad tuvo y donde ganó el trofeo Zamora de Segunda-, Osasuna, Oporto, Dínamo de Moscú y CD Aves, Nuno entró de lleno en el año 2010 en el mundo de los banquillos como preparador de porteros en el cuerpo técnico de Jesualdo Ferreira, que fue su entrenador en su etapa en el Oporto.

Pronto aprendería a las bravas la dureza de entrenar a un equipo de élite. El aterrizaje en Málaga ese mismo verano no fue nada sencillo, como recuerda Ismael Touat del diario Málaga Hoy: «Nuno se fue como vino: sin hacer ningún ruido. Fue fichado por Jesualdo Ferreira como auxiliar técnico, ni siquiera tenía el cargo de segundo entrenador. Sin embargo, había una corriente muy extendida que apuntaba a Nuno como el preparador que verdaderamente entrenaba a la plantilla, al estilo de lo que recientemente ha ocurrido con Fabio Celestini y Schuster aquí en Málaga», explica el periodista.

«Aquel Málaga, por cierto, era un desastre», prosigue, «porque el equipo no estaba bien trabajado tácticamente y la plantilla cojeaba en algunos puestos». La relación entre Ferreira y Nuno fue uno de los aspectos más destacados de su fugaz paso por el club de Martiricos: «Jesualdo tuvo mando en plaza en la confección de la plantilla y se garantizó cuantiosas ganancias. Nuno era inseparable de Jesualdo. Duraron nueve jornadas y apenas dejaron huella. Un simple mal recuerdo», sentencia Touat.

Nuno
Nuno, durante una rueda de prensa en 2014

Nuno acompañó a su mentor en los banquillos en su periplo griego en el cuerpo técnico del Panathinaikos, dónde siguió absorbiendo conocimientos durante año y medio, en el que aumentó sus responsabilidades como ayudante. En noviembre de 2012 Ferreira sería destituido del cargo, pero desde hacía meses Nuno ya volaba en solitario: en mayo de ese mismo año había aceptado la propuesta del modesto Río Ave sustituyendo a Carlos Brito en el cargo.

Su balance en su primera experiencia como entrenador ha sido destacado por los medios de su país, tras convertir al Río Ave en uno de los equipos revelación la temporada pasada al clasificarlo para las finales de la Copa y de la Copa de la Liga, aunque en ambas fue doblegado por el imparable Benfica de Jorge Jesús.

«Rio Ave ha obtenido a domicilio mejores resultados que en su propio estadio», destaca Magaña, «lo que habla a las claras de la inclinación del técnico hacia un estilo más bien contragolpeador, demostrando en ocasiones cierta lucidez para bloquear a su rival y localizar sus puntos débiles». El analista recalca que Nuno es un técnico que «se mantiene fiel a sus principios», incluso en las rachas negativas de resultados. Con este bagaje, a mediados del mes pasado Nuno anunció su marcha del Río Ave. Su puesto será ocupado por el técnico Pedro Martins.

El pasado 26 de mayo, el diario A Bola apuntaba a los contactos que se habían producido en el entorno del técnico para recomendarle rechazar una propuesta del Sporting de Braga y esperar una propuesta del Valencia. Dos semanas después, se confirma el interés: el desembarco de Peter Lim en el club blanquinegro -se dice que el magnate considera a Nuno uno de sus técnicos favoritos– y la mediación de su amigo Jorge Mendes pueden desembocar en la salida de Pizzi y el fichaje del ex portero como entrenador del Valencia las próximas dos temporadas. Si de Mendes depende, la decisión puede darse por tomada.

Foto: Fábio Poço / NFactos

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