«Creo que fue un gran choque, el equipo estuvo muy bien. Mis compañeros son muy trabajadores y quieren ganar todos los encuentros. Además, también competimos entre nosotros durante los partidos por lo que cada noche tenemos que salir ahí fuera a jugar duro. Hacemos lo mismo también en cada entrenamiento, lo que se muestra en la pista», comentó el base de Baton Rouge.
Si hay un partido que está en la cabeza de todos los jugadores es el de Barcelona. Lafayette no es una excepción y conoce lo complicado que será vencer en el Palau para empezar la liga con paso firme. «Sabemos que nos espera un partido duro en Barcelona, es uno de los mejores equipos de Europa. De todas formas, tenemos que jugar de la forma en la que lo estamos haciendo, o sea, no mirar el nombre de las camisetas y mostrar el mejor baloncesto posible», explicó.
«El Barça siempre será un equipo complicado de ganar y tiene a jugadores veteranos que saben ganar partidos. Simplemente tenemos que salir y jugar un partido físico, tan duro como si jugásemos en casa. No podemos tener ningún fallo de concentración como hemos demostrado durante el partido de hoy», añadió el exjugador de Zalgiris Kaunas.
Este año le tocará ganarse el hueco en la rotación junto a Sam Van Rossom, pero el americano reconoce que la dura competencia con el base belga es algo que beneficia al grupo. «Nos llevamos bien. Sam es un gran base, sabe lanzar muy bien como ya hemos visto y además puede dirigir al equipo a la perfección. En esta plantilla todo el mundo conoce su rol y eso es fantástico», concluyó.