Pabón: velocidad y gol para consagrarse en la élite

Dorlan Maurício Pabón Ríos (Colombia, 24 de enero de 1988) vislumbra, a sus 25 años, la puerta que siempre quiso atravesar. Originario de Medellín -localidad que el cantante Juanes ha hecho célebre en sus canciones-, empezó a despuntar en el Envigado FC, una escuadra que curiosamente se creó en 1989, apenas un año después de su nacimiento. Allí, a poco más de once kilómetros de su casa, arrancaría su periplo en el fútbol profesional con 16 tantos en 67 partidos jugados entre 2006 y 2010. Coincidiría, entre otros, con el atacante James Rodríguez, actual jugador del Mónaco. Su mejor credencial: el título de máximo goleador de la Copa Colombia 2008 con ocho dianas, igualado con Wilson Mena.

Sus buenas actuaciones le valieron el premio soñado de regresar ‘a casa’ para jugar en el Atlético Nacional, en Medellín, en su localidad natal. Allí comenzó a consolidarse en la élite del fútbol ‘cafetero’ al anotar 32 goles en apenas dos temporadas en las que disputó 72 partidos, siendo titular indiscutible con su equipo. Además, su alto nivel le valió ser convocado por la selección nacional de su país, donde ha sido internacional en 14 ocasiones hasta hoy, con tres goles anotados. En Nacional estrenó su palmarés -campeón del torneo Apertura 2011– y llamaría la atención de los ‘parabólicos’ de medio mundo con un golazo espectacular de libre directo desde 40 metros ante el Peñarol uruguayo en la Copa Libertadores 2012.

Su salto a Europa, sin embargo, sería otro cantar. En junio de 2012, Pabón probó suerte en el Calcio italiano tras firmar por cinco temporadas con el Parma a cambio de 4 millones de euros. El delantero ‘cafetero’ no cuajó: un paupérrimo gol -en Copa- en once partidos -fue titular en sólo 5 de ellos- y la poca paciencia del técnico Roberto Donadoni fueron obstáculos demasiado grandes para él. «Pabón tiene una gran pierna derecha, pero los nuevos jugadores necesitan tiempo para adaptarse», dijo el técnico italiano en las primeras semanas del colombiano en su escuadra.

Un tiempo del que Pabón no dispuso: en el mercado invernal, el Monterrey mejicano fichó al futbolista. Donadoni explicaría los motivos de su salida del Parma meses después: «Por el contexto de juego general, no consiguió encontrar los espacios que necesitaba para desarrollar su fútbol y por eso jugaba condicionado. Además, también tuvo problemas familiares que no le ayudaron a adaptarse. Si hubiera tenido más tiempo para asimilar las cosas, quizás habría explotado», indicó el técnico italiano en marzo de 2013, recalcando «no arrepentirse» de haberlo dejado marchar. Para entonces, Pabón ya goleaba en el Real Betis, que sirvió como ‘club puente’ para el jugador antes de incorporarse a las filas del equipo mejicano. Pasó seis meses en Heliópolis, y trató de aprovecharlos al máximo.

El Betis se movió rápido e incorporó sobre la bocina al jugador en el mercado invernal, el 31 de enero de 2013. El juego de Pepe Mel, rápido en las contras y con un fútbol vistoso y abierto, se ajustaba como anillo al dedo a las cualidades del futbolista: rápido, habilidoso, con buen disparo de media distancia, sin miedo a buscar el uno contra uno y capaz de jugar como extremo en ambas bandas o como segundo punta. Los aficionados del Betis disfrutaron de lo lindo con sus actuaciones: ocho goles y cuatro asistencias en apenas 17 partidos con el conjunto verdiblanco.

Pabón, al fin, había alcanzado la madurez sobre el césped. Un técnico como Pepe Mel, de esos que no se casan con nadie, hizo grandes esfuerzos para retener al jugador tras finalizar su contrato, pero le fue imposible. El Monterrey mejicano reclamó para sí la joya que había adquirido, una vez tallada y pulida en la Liga Española. Ahora, el Valencia ha depositado toda su confianza en que Mestalla sea el lugar donde dicha gema brille en todo su esplendor. Pablo Piatti, el último jugador de dicho perfil y con un coste similar al colombiano, es un ejemplo demasiado reciente de que una trayectoria y condiciones prometedoras no aseguran el éxito en una plaza tan exigente como la valencianista.

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