Paren esta locura

El último proyecto de ilusión para el valencianismo puso punto y final a su andadura el pasado lunes a las 17:00 horas. Miroslav Djukic era destituido como entrenador del Valencia CF después de que en verano, tanto Braulio Vázquez, secretario técnico, como Amadeo Salvo, presidente del club, apostaran por hacerse con los servicios del serbio. Meses en los que el conjunto blanquinegro ha vuelto a mostrar su cara más amarga y la que tanto fastidia a los aficionados. Tras la marcha de Valverde –que pese a marcharse de malas maneras fue un ápice de esperanzas europeas en aguas revueltas- nuevos directivos tomaban el mando de una entidad a la deriva y ahogada por sus problemas económicos.

Y después de todo este plazo de tiempo, yo creo que las promesas ya no valen. Estoy cansado de que nos digan una cosa para legitimar un cargo puesto a dedo para meses más tarde volver a empezar de nuevo porque la demagogia no mueve montañas. Y mucho menos trae dinero. David Albelda va en ese camino cuando le hablan de su club, del que dice sentir pena. Y eso es muy duro. Porque este de algo sabe.

Estoy empezando a cansarme del actual Consejo de Administración del Valencia CF y de todos aquellos buitres que ansían hacerse con el club. No soporto más que se relacione a Carboni, Llorente, Albelda o Fernando Gómez Colomer como posibles propietarios del Valencia. Basta ya de toreos y vendamos de una vez a un equipo que de seguir la senda actual la próxima temporada no visitará los campos de primera división. Vale ya de Feghoulis, Barraganes, Cissokhos, Brunos, Migueles, Piattis, etc. El discurso de que el Valencia tiene que ser de los valencianos ‘solo’ nos ha servido para cargarnos a un equipo que venía de hacer un doblete ganando UEFA y Liga.

Árabe, polaco, ruso o chino mandarín. El dinero no entiende de etnias o razas. Díganle de una vez por todas a Amadeo Salvo que no para de hacer el cuadro cada vez que sale a hablar. Claro que mola viajar llevando la plaquita de presidente del Valencia en el pecho. Y qué fácil es decir ahora que están a punto de echarte que Bankia no puede vender el club y, encima, que a lo mejor es él quien se hace con la propiedad. ¿Alma caritativa alguna tendría a bien decirle a Salvo quién prestó más de 80 millones de euros a la Fundación Valencia CF para que se hiciera con las acciones y, por tanto, con el club? ¿Ahora que te van a tirar te sacas el as de la manga de que tú también tienes inversores para ser presidente con toda la legitimidad del mundo; antes no? Como diría Caparrós: Cho-rra-das.

La puntilla vendría ese mismo miércoles. Resulta que destituyen al entrenador y no tienen un recambio inmediato que se ponga a trabajar desde ya. Porque la Champions queda muy lejos. Y el descenso, en cambio muy cerca. Qué difícil era prever que Djukic no seguiría hasta final de temporada –todos lo pensaban menos uno-. Y, sin embargo, quien entrenará de manera ‘provisional’ al Valencia es, con todos mis respetos, un entrenador que viene de dirigir a un equipo de Segunda B. Huracán Valencia hizo dos temporadas formidables en las que casi roza la gesta de ascender a la división de plata del fútbol español. Pero otra cosa es el Valencia pienso yo. Además, si los jugadores pasaban de Djukic…

Y ahora pues lo de siempre: Pizzi, Bielsa… Así hasta que suene la flauta y uno quiera acceder a entrenar en Mestalla -¡Está todo controlado, hay tiempo!-. Porque el entrenador argentino de San Lorenzo no parece estar muy por la labor de dejar su club. Y mucho menos un equipo campeón que te pide una compensación económica por dejarle marchar. 2 por Pellegrino más 2 por Djukic –más o menos- y ahora otro tanto en fichar un nuevo experimento que puede ser la leche o te puedes volver a meter una leche. Porque yo lo tengo claro: No me importa que digan de él que sería una bomba para el vestuario. Me da igual que le tilden de loco y de tarado. Pero llevar al Athletic Club de Bilbao a la final de la UEFA y de la Copa lo hacen muy pocos. Y hacerle jugar tan bien–a Chile también, por ejemplo- no es cuestión de suertes. Marcelo Bielsa cobrará mucho dinero, pero yo no veo otro tipo de entrenador capaz de hacerse con un vestuario lleno de cabezas locas y pasotas que el día que despiden a su entrenador se ponen a sortear una camiseta o que se motivan 1 de cada 100 partidos. De haberse gastado los dos finiquitos de las antiguas glorias valencianís en un técnico contrastado, a lo mejor otro gallo cantaría.

Además, me parece, a priori, una decisión correcta contar con Roberto Fabián Ayala. Siempre que sea capaz de captar jugadores con su espíritu será bienvenido. Porque para fichar ‘mingafrías’ y 168 mediapuntas estaba otro. Así que, por favor, que alguien pare esta locura. Jugar con plastilina es cosa de niños. Los mayores –que juegan con dinero- tienen que apostar por lo seguro. Aquello que debió hacerse hace mucho –iniciar un proceso de venta del Valencia CF- debe concretarse inmediatamente. Esto es insoportable. La ‘patá palante’ ha caducado.

 

Alberto Gómez (@Alberto_Gomez9)

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