Velimir Perasovic se marchó de Polonia decepcionado con la intensidad de sus jugadores tras perder ante el Stelmet Zielona Gora por 82-77 y complicarse la vida en la Eurocup. «El equipo no ha estado duro, no hemos igualado su nivel de contacto y los árbitros se han tragado el pito«, explicó a la finalización del choque.
«Es imperdonable que el equipo no haga faltas, que no muestre dureza. En algunos cuartos hemos llegado a los últimos minutos con pocas faltas y esto es un síntoma. Nos han cogido 10 rebotes más porque el equipo no ha estado duro, nuestros pívots estuvieron flojos y los exteriores no ayudaron. El equipo ha sufrido mucho tras el descanso, al que hemos llegado con solo dos de ventaja a pesar de buenos porcentajes, y sabíamos que si no mejorábamos iba a ser complicado», afirmó.
Preguntado sobre la polémica arbitral en las últimas posesiones del partido, con una posible falta a Triguero en la lucha por un rebote y otra a Ribas en una penetración, el croata aseguró que «no hemos igualado su nivel de contacto y los árbitros se han tragado el pito. No hemos sido duros y esto nos ha costado el partido, pero en las dos últimas posesiones hubieron faltas que no nos han pitado».
Por último, Perasovic reconoció que el encuentro en Bélgica ante el Oostende, que perdió esta tarde ante el Unics Kazan por 69-63, pasa a ser fundamental porque «si perdemos este partido ya no dependemos de nosotros mismos. En esta competición jugar fuera de casa no es fácil y quien gane tiene ventaja para clasificarse».