La baja del joven punta de Torrent -padece una contractura en los isquiotibiales- le obligará a estar parado unas dos semanas, poniendo en duda su participación en el choque de la primera jornada ante el Málaga. Una circunstancia que obligó a Djukic, tras las ventas de Soldado y Valdez, a jugar con Jonas Gonçalves primero y Míchel Herrero después como referencias ofensivas ante el Everton. Ninguno de los dos se desenvuelve habitualmente en esa demarcación, aunque sí lo han hecho tanto en Brasil, en el caso de Jonas, como en las categorías inferiores del club blanquinegro, si hablamos del de Burjassot.
Para Djukic, estas soluciones eran parches de emergencia. El de Sabac necesitaba un ‘9’, una referencia, un faro en la punta del ataque al que poder mirar. Y ese es Hélder Postiga. El internacional luso llegó ayer a tierras valencianas y, tras saludar efusivamente a Braulio Vázquez en su hotel, este mediodía pasará las pertinentes pruebas médicas antes de firmar su nuevo contrato por tres años con el Valencia. No será presentado oficialmente hasta el sábado, cuando se aprovechará el marco del Trofeo Naranja para que los aficionados vean en acción a su nuevo refuerzo. El marketing, al fin, se hace un hueco en el nuevo Valencia.
Después de muchos años, la afición observa con asombro como la lógica impera en las decisiones de club. Postiga era una apuesta personal de Braulio Vázquez y Djukic, dado que el luso era un futbolista del gusto de ambos y en el que tienen grandes esperanzas depositadas. El presidente, Amadeo Salvo, no compartía su visión, pero desde el primer momento quiso complacerles.
El empresario prefiere dejar la parcela deportiva en manos de los técnicos, «los que saben», como ha repetido en más de una ocasión. Sus gustos personales no entran en la ecuación. Algo impensable en un presidente del Valencia hace tan sólo unos meses. La contratación no fue sencilla -Agapito Iglesias y García Pitarch fueron unos duros negociadores-, pero el presidente cree que los 3 ‘kilos’ fijos y los 300.000 euros aproximadamente en concepto de variables por objetivos cumplidos son una cantidad razonable a cambio de un jugador que ha colmado los deseos de su entrenador y su director deportivo.
Eso sí, el fichaje de Postiga -que será el único ‘9’ disponible para la primera jornada, aunque sólo podrá llevar a cabo dos o tres sesiones de entrenamiento con el equipo debido a su convocatoria con la selección de Portugal- no ha hecho que Salvo ceje en su empeño de buscar a otro punta con ‘caché’ y prestigo internacional, que pueda ayudar al club a dar un salto cualitativo importante en lo que respecta a presencia mediática y ‘tirón’ comercial fuera de nuestras fronteras. La búsqueda sigue en marcha, y se prolongará todo el mes de agosto, hasta practicamente el cierre del mercado. Djukic pidió dos delanteros, y el primero ya ha llegado. En el fichaje del segundo, esta vez sí, Salvo tendrá mucho que decir.