«Prepárate, ahora mando yo»

No es verdad que Juan se negara a facilitarle información al recién nombrado encargado de la cantera. El que diga eso, no tiene ni puñetera idea de cómo es Juan. Ni se ha molestado en preguntarle.

Conozco a su familia desde que tengo uso de razón. A su padre, a su hermano Josete, a sus hijas… He jugado cientos de partidos en el mismo campo de tierra que él. Crecí a cuatro calles de su casa. Pero si le considerara un inútil, sería incapaz de reivindicar su trabajo. Aquí todos nos jugamos la credibilidad. Día tras día.

Rufete aseguraba el sábado en Levante-EMV que no tenía ningún motivo para prescindir de Juan Sánchez. Pero no es cierto. Sí lo tiene. Sánchez es una persona respetada entre las direcciones deportivas de Primera y Segunda. Está capacitado para la profesión que desempeña y conoce al milímetro el mercado. Además, lleva en el Valencia desde los once años. Demasiadas virtudes para tenerlo cerca.

Quien tiene inseguridad en sus posibilidades habitualmente comete el error de rodearse de mediocres. Así nadie le hace sombra. Por esa razón Sánchez ha sido apartado de su despacho en Paterna. Por ese vicio tan instaurado en Mestalla de llevarse por delante al que estaba independientemente de su valía. Así es la ley del «prepárate, ahora mando yo».

No importan los miles de kilómetros recorridos para ver partidos de cadetes, juveniles y filiales. Ni las lecciones gratuitas a delanteros de todas las categorías para enseñarles el desmarque al primer palo. Ni una base de datos con cientos de jugadores analizados. Ni las negociaciones realizadas para incorporar dos jugadores para el VCF Mestalla 2013-2014.

Hablando de negociar, ni ofreciéndole más de lo que gana ha conseguido Rufete convencer a Sergio Moya, ojeador del Villarreal en la zona de Alicante y Murcia. Que no se me olvide. Por esos lares tiene su sede White Eight Management SL. Ya hablaremos con calma de esta empresa que tan bien conoce el nuevo responsable de la cantera del Valencia.

Salvo explicó en su presentación en sociedad que el club que tenía la intención de dirigir respetaría a los símbolos. Sin el impacto mediático de Mendieta, Kily, Albelda o Baraja, Juan forma parte del imaginario colectivo de toda una generación. Es un símbolo. Se lo ganó a puro huevo con goles de leyenda como los que le hizo al Leeds en aquella noche mágica. Es respetable que, cuando termine de perfilarlo -sigue buscando piezas y realizando ofertas -, Rufete apueste por su equipo. Pero en las formas con Sánchez se ha saltado todos los códigos. Así no se hace club. Ni cantera. Por mucho “Manager General” que ponga en la puerta de su despacho.

 

Fran Guaita (@FranGuaita)

Cadena Ser

Ir arriba