Rufete afronta el último día de mercado con dos fichajes por cerrar tras cuadrar el círculo económico

La campana suena a medianoche, y Rufete afronta la recta final de un mercado en el que el Valencia va a dar un cambio radical a la configuración de su plantilla. Hasta ocho operaciones al mismo tiempo se mantuvieron el jueves, cada una con sus circunstancias y con un porcentaje diferente de éxito. Se oficializaron tres cesiones –Pabón, Postiga y Guardado-, se hizo oficial un fichaje –Keita-, se negocia la salida de dos de las estrellas del equipo -la de Canales está cerrada a falta de unos flecos, y por Banega siguen las conversaciones- y se quiere cerrar dos fichajes en el último día de mercado: un delantero goleador y un defensa central de garantías.

DOS SALIDAS QUE CONCRETAR… ¿Y ALGUNA MÁS?

Antes de que eso ocurra, el Valencia debe cerrar con la Real Sociedad el traspaso de Canales, siempre con el Real Madrid informado de cualquier acuerdo. Las cifras que se manejan en la operación ascienden a cuatro millones de euros: 3,5 fijos y medio millón más en variables. A ello debe sumarse un porcentaje del 30% de cualquier futura venta del jugador cántabro, que se había hecho a la idea de quedarse en el club o bien aceptar la propuesta del Villarreal pero que, finalmente, acabará jugando en San Sebastián.

La situación de Banega es diferente. El jugador lleva días sin tener la cabeza en el Valencia. Pizzi dialogó con él hace un par de días en Paterna y le expresó su descontento respecto a su actitud y rendimiento. El argentino quiere cambiar de aires, y el Valencia negocia abiertamente su salida. El Atlético de Madrid, que en la jornada de ayer pasó de mostrar interés por el ’10’ valencianista a conversar con el club respecto a su salida, es uno de los candidatos. Boca Juniors es otra de las opciones, en lo que supondría el regreso a casa del rosarino tras seis años en Europa. El Valencia quiere hacer caja por él, aunque al jugador no le importaría salir en calidad de cedido.

Rufete no pierde de vista las situaciones de otros jugadores, como Barragán -por quien se han recibido ofertas en la última semana- o Rubén Vezo. El portugués, que ni siquiera ha debutado como valencianista, podría marcharse cedido si se firma finalmente a un central en las últimas horas de mercado.

CENTRAL DE GARANTÍAS Y DELANTERO «GOLEADOR»

Precisamente la llegada de un defensa central contrastado es uno de los quebraderos de cabeza de la dirección deportiva. La posibilidad de incorporar a Otamendi durante la jornada del jueves cobró mucha fuerza, hasta el punto de que empleados del club daban por hecho su fichaje. Sin embargo, la indefinición respecto a la planificación de la retaguardia en el Oporto, pendiente de recibir una oferta de la Premier por Mangalá, hace que el equipo luso no tenga clara la venta del argentino. Del mismo modo, las cifras de la operación no son en absoluto asequibles para el Valencia, que tiene en Jorge Mendes -agente del jugador- una de sus bazas de cara a cerrar el fichaje en las últimas horas de mercado. Si la opción no se concreta, el club buscará una alternativa de última hora. Si tampoco se concreta, habrá que terminar la temporada con Ruiz, Mathieu, Costa y Vezo como hombres en el centro de la defensa.

Una situación similar se vive en la delantera. Durante muchos días el sueño inalcanzable ha sido el de Osvaldo, aunque nunca fue una realidad tangible. El italoargentino firmará por la Juventus este viernes por la mañana. Precisamente del club transalpino podría llegar la alternativa: Sky Italia puso ayer sobre el tapete el nombre de Vucinic, aunque el futbolista también pretende quedarse en Italia pese a que la ‘Vecchi Signora’ cuenta con seis jugadores de perfil ofensivo. Rufete y colaboradores tienen claro el perfil: un ‘nueve’ goleador, rematador, experimentado y que asegure su ración de goles de aquí a final de temporada. Ni edad ni otros factores parecen ser importantes. Por si las moscas, el club volvió a tantear ayer a Iago Aspas… y volvió a encontrarse con un portazo del Liverpool.

LA TESORERÍA NECESITABA OXÍGENO

Hace unos días, el presidente del Valencia ya deslizó públicamente que la situación económica en el día a día de la entidad no era precisamente boyante. Amadeo Salvo denunció ante los socios y accionistas que había habido problemas para descontar un pagaré correspondiente al fichaje de Roberto Soldado. Uno de los motivos por los que la tesorería en el club estaba en números rojos obedece, como avanzó Las Provincias, a que Manuel Llorente abonó en pagarés a los jugadores 6,7 millones de euros en febrero de 2013 correspondientes a sus fichas. Unos pagarés que se hicieron efectivos hace unos días, y que dejaron la caja del club ‘temblando’. A ello han contribuido también movimientos como la destitución de Djukic, la destitución de Braulio, el fichaje de Vezo, la incorporación de Douwens, la salida de ejecutivos en las oficinas de la entidad, el acondicionamiento interior y exterior de Mestalla…

Para compensar el dispendio económico, la Due Diligence y los salarios de los jugadores dan una pista de por dónde se ha querido ‘meter mano’ para disponer de líquido y operar en el mercado de enero. Y los números son incontestables: en la última semana, si tenemos en cuenta las cesiones de Pabón, Postiga, Guardado y la inminente salida de Canales, el Valencia ha conseguido enjugar o ingresar una diferencia inmediata de casi 10 millones de euros, liberados de compromisos de pago hasta junio de 2014. Un dinero procedente del ahorro en la mitad de las fichas de los jugadores -tanto en fijo como en variables-, líquido obtenido por las cesiones -por ejemplo, el Bayer pagará un millón de euros al Valencia por la cesión de Guardado- y el dinero que entrará por la venta del jugador cántabro -tres millones y medio de euros que ascenderán a cuatro si se cumplen sus correspondientes variables-. Y eso que no se ha tenido en cuenta la cesión de Rami o la posibilidad de que Banega, Barragán o Vezo salgan este viernes. De ser así, el Valencia podría doblar la cantidad de dinero que podría apuntarse en positivo en su balance de resultados.

Aligerar la carga económica permitirá a Rufete poseer un mayor margen de maniobra en las últimas 24 horas de mercado para asumir las dos contrataciones que pretende cerrar. Dos jugadores, un central y un delantero, por los que se podrá hacer un pequeño esfuerzo extra en la ficha, al igual que se hizo con el malinés Keita, que percibirá uno de los salarios más altos de la plantilla hasta junio de este año.

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