En su entrevista con la emisora argentina, el presidente del Valencia indicó que «ni Vélez ni el agente de Gago se han puesto en contacto con el Valencia» y que la única operación abierta es con Boca Juniors: «El de su agente, Diego Merino, es el único contacto de tenermos y busca el 50% de la propiedad del jugador», recalcó.
Salvo explicó que la clausula de rescisión del ex madridista es de 20 millones de euros «si quisieramos ejercerla». «Nuestra intención es venderlo por el precio que estimemos conveniente, si llegasemos a un acuerdo con Boca o con el club en el que Gago quiera jugar. Y si no, que Gago vuelva a Valencia y sea un jugador más de la plantilla», agregó.
¿Cómo está la operación para la salida de Gago a Boca? «La propuesta que hicimos era 3,5 millones de euros, con la mitad a pagarse de forma inmediata. Nosotros queremos facilitar la salida del chico, pero no vamos a regalarlo ni a cederlo ninguna ver más», admitió. Salvo explicó que la diferencia entre el importe de la cláusula (veinte millones) y el precio en que el Valencia tasa al jugador (3,5 millones) se debe a que «a día de hoy su valor en el mercado, en los clubes que puedan quererle, no supera esa cantidad». En otras ligas, como la de Rusia o Qatar, «podría valer más», al tiempo que recalcó que el jugador «tampoco está dispuesto a jugar en cualquier lugar».
Precisamente a Salvo le molesta que el jugador se haya empecinado en cerrarse puertas y jugar en su país. «3,5 millones es aproximadamente el precio que pagó el Valencia por él. Es un precio muy bajo, pero hay que tener en cuenta la actitud del futbolista. La predisposición del futbolista también hace subir su valor. Es un jugador que se cierra a jugar en sólo dos o tres equipos. Por su predisposición en este sentido, es un jugador realmente devaluado respecto a su capacidad y a su potencial, dado que es un jugador internacional con Argentina», sentenció.
Salvo explicó que la operación consistiría en que Boca pagase una cantidad cercana a los 1.750.000 euros de manera inmediata para hacerse con los servicios del futbolista y el 50% de su pase. En verano de 2014, el club xeneize debería pagar dicha cantidad obligatoriamente de nuevo para obtener la otra mitad de sus derechos. De no hacerlo, el Valencia recuperaría la potestad de decidir el futuro del jugador -aunque no la totalidad de su propiedad-. Sin embargo, la operación todavía no se ha cerrado porque «las condiciones que el Valencia marcó respecto al cobro están muy lejos de las que, según el agente, pretendía Boca. Si llegamos a un acuerdo, jugará en Boca. Si no, en el Valencia. Luego llegará el Mundial y seguramente se revalorizará más».
En otro orden de cosas, Salvo también reconoció que es «muy difícil» competir con Real Madrid y Barcelona debido a la diferencia de ingresos por los derechos televisivos, y recalcó que el Valencia «no supo aprovechar» su momento en el año 2004 para dar un salto cualitativo. También desmintió que el Valencia deba dinero a Boca Juniors por el fichaje de Ever Banega.