Salvo lanza su mensaje de unión y firma la paz con el pasado

Fue la foto del día, y probablemente del mes y una de las de todo el año. Ocurrió en el tramo final de la Junta, ya después de haber escuchado las primeras palabras de Amadeo Salvo como nuevo presidente blanquinegro. El ex dirigente Jaume Ortí, visiblemente emocionado, subió al atril para defender apasionadamente el trabajo de Vicente Andreu, a quien conoce desde hace muchos años.

«Es un ejemplo de valencianía. Sería injusto que tras el discurso del nuevo presidente, que ha apelado a la unión, no se acordase de los que han estado. Amadeo, el Valencia estará en tus manos pero desde aquí mando un abrazo a Vicente Andreu». Dicho y hecho: Ortí propició el instante más emotivo de la noche, en el que dos enemigos acérrimos en los últimos dos meses dejaron a un lado sus diferencias y se fundieron en un abrazo.

Desde luego, Salvo no podía pedir una entrada con mejor pie. La oposición de Andreu y de Manuel Llorente en los últimos dos meses era un aspecto que preocupaba al nuevo máximo dirigente, así como a sus colaboradores más cercanos. Esta particular manera de ‘enterrar el hacha de guerra’ permitió a Salvo una Junta todavía más triunfal, donde recibió críticas -pocas- y muchísimas muestras de apoyo para su andadura junto al nuevo consejo de administración del Valencia.

Su discurso quiso recalcar en numerosas ocasiones la necesidad de que todo el valencianismo reme en la misma dirección: «Buscamos la democratización, unión e ilusión. Si no hay unión no refinanciaremos nuestra deudas, no acabaremos el estadio y no tendremos jugadores de la cantera en el primer equipo. A partir de este momento informaremos de los procesos y de cómo hacemos las cosas porque yo también soy un pequeño accionista del Valencia CF», confesó en referencia a la idea de democratizar la entidad a medio plazo. Salvo fue elegido con más del 93 por ciento de las acciones asistentes a la gente, con un 6,5 de abstenciones y con un 0,8 de votos en contra.

Del resto de la Junta, destacaron -más allá de algún que otro momento psicodélico e impropio de un evento teóricamente serio- las frases de Jose Manuel Vidal («gracias Llorente, por irte de repente»), Chimo Ríos-Capapé («¿van a ustedes a actuar con la misma opacidad de los consejos de Soler y Llorente?»), Rafael Rocatí («señor Llorente, es usted un punto y aparte. Nefasta gestión. Es mentiroso compulsivo ¡Vaya jeta!») y el ‘Chato’ («¡que no nos asesinen con mentiras! Que la nueva directiva saque las cuentas y sepamos cada uno lo que cobra»).

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