Sevilla FC-Valencia CF (contracrónica): El vaso medio lleno

¿Recuerdan aquel empate a cero de hace un mes en campo del Málaga, cuál era la sensación generalizada después de muchas ocasiones falladas y viniendo de una dolorosa derrota en Vigo? Yo les recuerdo que afloraron críticas a Pizzi y su cuerpo técnico, así como a unos futbolistas que anoche tampoco marcaron, pero esta vez consiguieron que la afición vea el vaso medio lleno.

Es lo que tiene venir de dos triunfos ilusionantes frente a Barcelona y Betis, haber vivido una jornada de locura el último día del cierre del mercado y que algunos de los últimos en llegar como Senderos o Vargas ya estén dando un buen rendimiento sobre el césped. Todo ayuda a que los malos tiempos pasados parezcan estar muy lejanos en la memoria, aunque en realidad sólo sean unos meses.

La afición quiere ver esos gestos de rabia de Senderos, Diego Alves y compañía sobre el terreno de juego una vez que el árbitro, que no tuvo su noche para ninguno de los dos lados, pita el final de un partido donde se nadó contracorriente desde la expulsión del capitán Ricardo Costa al inicio del segundo acto. El luso aguantó en las escaleras que conducen al vestuario, mordiéndose las uñas y felicitando a Pizzi antes de que el argentino compareciese ante los medios de comunicación.

Fue un puntazo en territorio hostil y esta vez, a diferencia de La Rosaleda, no hubo gestos de desolación ni de enfado por el juego realizado. Cuando la propia plantilla festeja como un triunfo un 0-0 es que saben que las circunstancias lo merecen, notan que se sigue yendo hacia delante. Y por eso puede estar tranquilo el valencianismo, feliz al ver este lunes 17 de febrero el vaso medio lleno aún teniendo presente que hay carencias en el juego que arreglar, si se puede, de aquí a final de temporada.

Unas carencias que sería deseable que no escondieran las críticas arbitrales proferidas por Rufete y Pizzi ante los medios de comunicación. Aquí en España impera el dicho de que ‘quien no llora no mama’, aunque la realidad es que esa corriente sólo parece afectar a Barcelona y Real Madrid, pero no es aconsejable entrar en una dinámica de nervios y miedo hacia los colegiados porque eso podría acabar por afectar a los jugadores sobre el terreno de juego.

Lo hecho, hecho está, y la hoja de ruta marcada por las altas esferas del Valencia CF en lo referente a la planificación deportiva obtuvo un fuerte respaldo por el contexto tan desfavorable en el que se sumó un punto en el Pizjuán. No lo estropeemos con lamentos cuando el árbitro además se equivocó para los dos lados, que fue demasiado gratificante saborear el sacrificio y la profesionalidad que destiló una plantilla que ya tiene carácter. Pizzi lo ha conseguido y por eso el valencianismo vuelve a sentirse con fuerzas para afrontar con ilusión los tres últimos meses de competición.

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