Tenemos que hablar de Nacho

No le conozco de nada. Para ser sincero, no sabía de su existencia hasta el pasado fin de semana. Pero me llamó la atención nada más tocar el balón. Se llama Nacho y es el capitán del Valencia alevín que acaba de proclamarse subcampeón del torneo Blue BBVA en Granada.

Un porcentaje elevadísimo de los comentarios que escuché sobre el equipo durante los tres días de competición se centraban en Kangin Lee (un jugón) y Vassilakis. Nacho no marcó ningún gol. No tiró caños ni dibujó ruletas en el aire. Pero supo adaptarse perfectamente a diferentes posiciones, no recuerdo verle perder ningún balón y, lo más importante, en todo momento me dio la impresión de entender qué necesitaba el equipo. Toque en corto para mantener la posesión con marcador a favor, desplazamiento en largo buscando el espacio libre, capacidad para discernir cuándo subir por banda y cuando ayudar detrás…

Hay quien defiende que es imposible saber si un niño de 11 años acabará jugando en Primera. Todo es opinable. A mí me bastó con cinco partidos para estar convencido de que ese nano puede llega a hacerlo.

Ironías del destino, tan sólo unos días antes del comienzo del torneo en Granada estalló el caso Pedro Chirivella. Sin lugar a dudas, la gran perla de la factoría de Paterna. Mediocentro de gran recorrido y llegada, acaba de cumplir 16 años. Internacional con la selección española sub’15, sub’16 y sub’17.

Sus agentes –Toldrá Consulting- tienen encima de la mesa una suculenta oferta (deportiva y económicamente hablando) del Liverpool. Aunque hombres de club como Martín Vila o Braulio Vázquez avisaron al consejo de la situación, el Valencia ha reaccionado tarde. Según fuentes oficiales, por el vacío de poder ocasionado tras la dimisión de Manuel Llorente.

Amadeo Salvo se encontró con el pastel nada más llegar a la Avenida de Suecia y ya ha enviado contraoferta: mejora económica y garantía de jugar la próxima temporada en el juvenil A. En unas semanas sabremos cuál es el desenlace de la historia pero, a día de hoy, Pedro Chirivella está más cerca de Anfield que de Mestalla.

Es innegable que el Valencia no puede competir económicamente con algunos clubes de Europa. Hasta el Barça está perdiendo jugadores de La Masía que obtienen mejores contratos procedentes de la Premier League. Pero hay algo que sí podemos cambiar para intentar que el caso de Pedro Chirivella no se repita dentro de cinco temporadas con Nacho. Hablo en primera persona del plural porque no es una problemática que ataña únicamente a los profesionales de la entidad. Se trata, además, de un asunto de cultura de club.

Los niños del benjamín, del alevín, del infantil, del cadete… tienen que sentir que el primer equipo del Valencia no es una utopía. Esos peques tienen que entender desde muy pronto que jugar en Mestalla (en el viejo o en el nuevo) es más grande que fichar por ningún equipo del mundo. Pero, además, deben crecer viendo que es posible. Ejemplos como el de Isco, los pocos minutos de Bernat o el tema de Pedro Chirivella no ayudan.

Y además, el entorno. ‘Qui paga mana’, pero ha llegado el momento de entender que cada temporada el Valencia no puede gastarse 50 kilos en fichajes. La próxima temporada es un buen ejemplo. Jugadores como Paco Alcácer, Michel, Bernat, Gayá o Carles Gil harán la pretemporada con el primer equipo. Y pueden (deberían) quedarse. El guión es simple: minutos y paciencia. La calidad y el hambre ya la ponen ellos. Como Nacho. Tiene sólo 11 años pero… puede llegar.

 

Fran Guaita (@FranGuaita)

Cadena Ser

Ir arriba