Tumbar al invicto, segunda oportunidad

Tumbar al invicto, segunda oportunidad. El Real Madrid y el Unics Kazan comparten el privilegio de ser los únicos equipos que no han perdido ni un solo partido en competiciones europeas esta temporada. Una estadística que el Valencia Basket quiere romper este miércoles después de quedarse corto hace unas semanas ante los de Pablo Laso en la Liga Endesa.

Tras la contundente derrota del Olympiacos a manos del EA7 Milano (81-51) en la segunda jornada del Top16 de la Euroliga, solo dos conjuntos en Europa cuentan todos su choques por victorias. El primero es el Real Madrid, que además tampoco sabe lo que es perder en competición doméstica sumando 29 triunfos de forma consecutiva (Liga, Euroliga y Supercopa). El otro, el Unics Kazan de Andrea Trinchieri.

Los rusos llevan un perfecto 11-0 en la Eurocup superando a rivales de la entidad del Banvit Bandirma turco por doble partida. De hecho, el único choque que han perdido en todo el año, durante la VTB League, fue ante el Kalev estonio por 60-57 el pasado 24 de noviembre. Un desliz sorprendente que no entraba en los planes de nadie.

Y es que en esa misma competición han sido capaces de derrotar con sobriedad a equipos de Euroliga como el Lokomotiv Kuban (53-66). En total, el Unics lleva un balance de 21-1 en todas las competiciones (VTB y Eurocup, ya que no disputan Liga Rusa).

Su máximo anotador es Andrew Goudelock con 21,5 puntos por noche en la VTB League. Como contrapunto a la dinamita exterior, el pívot heleno Ian Vougioukas aporta su juego al poste bajo promediando más de 15 tantos por partido, siendo también el jugador más valorado del Unics en la Eurocup.

A partir de esas dos figuras se amolda el resto del equipo. Sin tanto protagonismo como la temporada pasada, Chuck Eidson todavía tiene un papel importante a la hora de desatascar el ataque tártaro, aunque desde la posición de base asoman el ex del Bilbao Nikos Zisis y el americano Tywain McKee. Los otros dos jugadores que completan la primera línea de los rusos son Veeremenko y Kaimakoglou. El resto, figurantes de uno de las escuadras más calientes de Europa.

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