Un ‘alley oop’ para conquistar Vitoria

Las diferencias las iba a marcar el juego interior. Por eso Lishchuk sacó personal a Tibor Pleiss en el primer ataque del partido y luego el pívot alemán dos al ucraniano, que se tuvo que sentar pronto para dar paso a Bojan Dubljevic. El MVP de la última jornada era el dominador absoluto de la pintura (sumó siete de los primeros 11 puntos baskonistas) y el Valencia Basket no sabía cómo frenar su enorme envergadura. A pesar de ello, el inicio del choque fue lento y los errores locales en la circulación de balón daban las primeras ventajas a los ‘taronja’ (11-13, min. 7).

La defensa valenciana era muy fuerte aunque eso significase llegar pronto al bonus. A un Sato hiperactivo pronto se le unió el ya mencionado Dubljevic, que apenas notó su inactividad en el cara a cara frente a Lamont Hamilton. Un emparejamiento que el año pasado soltó chispas y del que sacó tajada el montenegrino gracias a su movilidad. También entró a la pista con ganas de reivindicarse Thomas Kelati, aunque la amenaza del eritreo tras anotar su primer lanzamiento triple se diluyó como el juego de los de Scariolo sin Pleiss (16-21, min. 10).

Para remediar el dominio visitante, el técnico italiano decidió enviar a Bjelica en socorro de la batería interior vasca. Acto seguido, Dubljevic empezó a tener problemas en el emparejamiento con su compatriota. Ambos se conocen de sobra y poco a poco la pintura ‘taronja’ comenzaba a difuminarse, aunque Triguero sumó seis puntos casi consecutivos aprovechando el nerviosismo de Diop tras mandar a los pívots titulares locales al banquillo cargados de faltas personales (22-27, min. 14).

¿Qué era del perímetro? Mientras que Pau Ribas iba demasiado acelerado en su regreso al Buesa Arena, Adam Hanga empezaba a explotar los evidentes problemas valencianos en la posición de alero sin Sato. El húngaro destrozó a los visitantes desde fuera, penetrando y atacando el rebote ofensivo. Su eficacia, unido a un estirón de los locales, permitió que el dominio del Valencia Basket no quedara plasmado al descanso en el electrónico (40-38, min. 20).

La reanudación apenas cambió el guión del encuentro. Lishchuk anotó los primeros cuatro puntos de los ‘taronja’ y Sato volvió por sus fueros para culminar un parcial de 0-8 (42-44, min. 22). Desafortunadamente, dos triples de David Jelinek frenaron la escapada de los de Perasovic. Uno de los problemas serios a los que se enfrentaba el croata era el anonimato de Justin Doellman, incómodo en la pista e incapaz de seleccionar sus lanzamientos. Esa sensación pronto contagió al resto del equipo, como demostró el pique innecesario entre Sato y San Emeterio.

Era un partido de alto voltaje. Pleiss y Hamilton empezaron a martillear el aro mientras que el frenético ritmo de juego que impusieron los baskonistas en nada beneficiaba a los visitantes. Primero, un dos más uno del alemán amenazaba con romper el choque antes de tiempo. Después, el americano se aprovechó de la zona 1-3-1 que se inventó ‘Peras’ con dos canastas consecutivas y una asistencia para un triple de Kelati (64-59, min. 30).

La cuarta falta de Sato no presagiaba nada bueno, pero Rafa Martínez apareció cuando más necesitaba el equipo su presencia. Un triple para romper una improvisada zona de Scariolo y una bandeja a base de fuerza y garra daba de nuevo la iniciativa al Valencia Basket (66-67, min. 34). El de Santpedor lo festejaba con rabia y los últimos cinco minutos prometían ser de infarto. Ahí los nervios iban a jugar un papel importante.

El que antes los mostró fue el Laboral Kutxa. Tras otro triple de Dubljevic, perfecto lugarteniente de Rafa, los árbitros sancionaron una falta técnica a Jelinek por protestar. Los locales entendieron la técnica como un permiso para atizar todavía más y otra canasta de raza de Rafa Martínez dio a los ‘taronja’ algo más que cinco puntos de ventaja (68-73, min. 37). Era media victoria, aunque la falta de rigor en varios ataques dilapidó ese punto de partido antes de tiempo y el Baskonia aceptó la invitación para meterse de lleno de nuevo.

Un mate en transición de Tibor Pleiss y una penetración de San Emeterio los puso por delante, aunque una falta más que dudosa de Hanga sobre Martínez permitió al catalán anotar dos tiros libres fundamentales que volvieron a colocar uno arriba a los valencianos a falta de la última posesión vitoriana (76-77, min. 39). Ahí, la falta de Lafayette sobre Mainoldi a falta de dos segundos parecía sepultar las opciones de victoria ‘taronja’ ya que el argentino anotó los dos lanzamientos desde 4,60.

Pero entonces apareció la pizarra de Perasovic. Tiempo muerto, saque de fondo y ‘alley oop’ de Lafayette a Doellman. La defensa vitoriana se comió el doble bloqueo ciego sobre el americano y el Valencia Basket conquistó Vitoria de la mejor manera posible: prácticamente sobre la bocina.

 

FICHA TÉCNICA

78. Laboral Kutxa (16+24+24+14): Heurtel (3), Jelinek (10) San Emeterio (7), Mainoldi (2), Pleiss (21)-cinco inicial-, Hodge (4), Bjelica (6), Kelati (6), Hamilton (9), Hanga (10), Diop.

79. Valencia Basket (21+17+21+20): Van Rossom (2), Martínez (16), Sato, (13) Lishchuk (4), Doellman (12),- cinco inicial-, Dubljevic (14), Lafayette (5), Ribas, (7).

Árbitros: Arteaga, Guirao, Pérez Niz. Eliminado Jelinek (m.36).

Incidencias: Novena jornada de la Liga Endesa disputada en el Buesa Arena de Vitoria ante 9.436 espectadores, según datos facilitados por el club baskonista.

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