Un Valencia de dos caras se adjudica el Trofeo Naranja

La fiesta fue perfecta en los prolegómenos del partido de presentación del nuevo Valencia CF ante su afición. El proyecto GloVal de Amadeo Salvo se mostró en todo su esplendor, desde los más pequeños hasta los futbolistas que deben devolver la grandeza a un club demasiado acostumbrado a las decepciones en los últimos años.

La inercia de la noche era muy positiva y a ella se quedó enganchado un Valencia ofensivo, descarado, con las dosis de calidad suficientes como para levantar los aplausos de una grada de Mestalla que vibró con unos excelentes veinte primeros minutos del primer tiempo. Ahí quedó claro que Bernat y Joao son dos puñales por bandas, aprovechando los espacios que dos ‘abejas’ como Viera y Fede les cedieron al moverse hacia el centro, que Javi Fuego y Míchel se compenetran a la perfección para destruir atrás y liberar de presión a un Banega que ya se ha hecho con el timón del equipo.

El argentino fue el socio perfecto para todos sus compañeros en una primera mitad de muchos quilates por su parte, donde además abrió el marcador muy pronto tras un balón disputado por Hélder Postiga dentro del área. El portugués no había hecho nada más que comenzar a destapar el tarro de las esencias, demostrándole a sus detractores que su presencia era muy necesaria y que los 14 goles del año pasado en Zaragoza se pueden superar aquí muy rápidamente.

Con socios como los que tuvo en su debut en Mestalla todo es más fácil. A su lado se asociaban perfectamente Viera, Fede y el omnipresente Banega para bombardear una y otra vez la portería defendida por un indefenso Roberto. El campeón griego no demostró el nivel que se le exige a un campeón de su país, pero aún con todas sus carencias fueron creciendo poco a poco gracias al bajón de intensidad que pegó el Valencia.

De esta forma, un ex valencianista como el ‘Chori’ Domínguez probó en un par de ocasiones desde fuera del área, aunque tuvo la más clara en un trallazo a bocajarro que sacó a córner un gran Diego Alves. Mitroglou y Weiss fueron otros dolores de cabeza para una defensa del Valencia sólida y contundente ante las acometidas helenas. Los locales ya hacía mucho tiempo que lo habían fiado todo al contragolpe, dejando caer de vez en cuando alguna combinación mágica que hizo las delicias de una afición que disfrutó como en las grandes noches. Desde los más pequeños de la Escuela hasta la Curva Nord Mario Alberto Kempes, el duelo de gargantas fue espectacular y más fuerte que rugieron cuando llegó el 2-0 al filo del descanso.

Fue el ídolo y héroe de la noche de presentación del Valencia ante su público, un Hélder Postiga que demostró su fama de cazagoles cuando introdujo en la red una gran asistencia de Banega entrando por banda izquierda. La grada ya ha olvidado a Roberto Soldado y se entregó por completó a su nuevo ariete referencia.

Para entonces Bernat ya se había marchado a vestuarios por unos problemas físicos, siendo sustituido por un Cissokho más cerca del Liverpool que de quedarse en Mestalla para concluir una primera parte del Valencia que pareció una continuación de lo ofrecido en la gira por Estados Unidos.

El segundo tiempo, como era de esperar, perdió emoción e intensidad debido a los numerosos cambios en ambas escuadras. Los cambios alteraron los biorritmos de Valencia y Olympiacos para perjudicar a un partido que fue disolviéndose lentamente, en medio de alguna buena ocasión valencianista como cuando Jonas se topó con la madera pasado el cuarto de hora.

Olympiacos apenas inquietó a un Guaita que vivió una segunda parte muy veraniega, de mucho relax y observando como sus compañeros trataban de ampliar el marcador, con más esfuerzo que suerte. Lo importante era volver a ver sobre el césped la calidad de Canales, el despliegue físico de un Guardado que se ha recuperado de su lesión antes de lo previsto, el descaro de Robert Ibáñez por la derecha o el debut con el primer equipo de Rafa Chumbi, uno de los refuerzos para este curso en el Valencia Mestalla.

El canterano rozó el tercer gol del equipo, pero su ocasión la desbarató el arquero de un Olympiacos que aprovechó la gran relajación general, tanto del Valencia como de una afición que comenzó a disfrutar del bolo veraniego haciendo la ola, para recortar distancias a cinco minutos para el final con un gol del español David Fuster. Los helenos aún darían otro susto cuando el árbitro Mateu Lahoz anuló el gol del empate obra de Salino, dejando el sexto Trofeo Naranja consecutivo en las vitrinas de Mestalla.

Éver Banega fue elegido el mejor jugador de un partido que mantuvo la buena tónica de un Valencia que llega con mucha confianza y moral al inicio de Liga. Tal vez el rival no fue la mejor piedra de toque para valorar el estado real del equipo, pero lo cierto es que Djukic comienza a tener claro el once inicial que comenzará la Liga contra el Málaga el sábado 17 de agosto y la afición valencianista se fue a casa más que satisfecha con los visto sobre el terreno de juego, especialmente en unos primeros cuarenta y cinco minutos ilusionantes.

Ficha técnica

Valencia CF: Diego Alves (Guaita), Joao Pereira (Barragán), Rami (V. Ruiz), Ricardo Costa (Mathieu), Bernat (Cissokho (Guardado)), Javi Fuego (Oriol Romeu), Míchel (Parejo), Banega (Canales), Fede Cartabia (Robert Ibáñez), Viera (Jonas) y Hélder Postiga (Chumbi).

Olympiacos: Roberto (Megyeri), Medjani, Papazoglou (Salino), Siovas (Manolai), Holebas, Maniatis (Machado), Fejsa (Samaris), ‘Chori’ Domínguez (Michael), Campbell (Fuster), Weiss (Fetfatzidis) y Mitroglou (Saviola).

Árbitro: Mateu Lahoz, del Colegio Valenciano. Amonestó con tarjeta amarilla a Fejsa (m. 31).

Goles: 1-0 Banega m. 5, 2-0 Postiga m. 40, 2-1 Fuster m. 85.

Incidencias: Partido del ‘Trofeo Naranja Estrella Damm’ que ha servido como presentación del Valencia CF, disputado en el estadio de Mestalla.

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