Unidos somos más fuertes

Me siento a escribir el Bar Torino de la semana minutos después del orgásmico desenlace en el Nuevo Los Cármenes. Aún me tiemblan las piernas. Creo que tengo taquicardia. No recuerdo la última vez que celebré un gol del Valencia con semejante arrebato de locura. Pero qué quieren que les diga, tras el 0-3 contra el Swansea imaginé la temporada que se nos venía encima. Y no me gustó nada.

Una semana después, el escenario no ha variado sustancialmente. El equipo sigue siendo excesivamente largo, llega poco arriba, habita adormecido en un ritmo de elaboración tedioso, sin sorpresa y sufre en exceso a la hora de la transición defensiva, las coberturas y el repliegue. Eso sí, algo ha cambiado. El Valencia corre. Quiere. Trabaja. Sufre. Puede que me equivoque, pero creo que la terapia de grupo con Djukic el pasado viernes no ha tenido excesiva incidencia en la mutación. Estamos ante un caso evidente de ataque de vergüenza torera. El apretón de Mestalla tras el descalabro europeo del pasado jueves ha provocado que los jugadores se dejen de conspiraciones. El dedo acusador del entorno ignora a palco y banquillo. El vestuario está señalado y esa presión no hace ganar, pero ayuda. 

En su desesperada búsqueda por cohesionar al grupo, quizá Djukic haya encontrado el mejor aliado posible: Adil Rami. Su desmesurado raje del martes en el programa Off the record de la Cadena SER ha sido utilizado por el técnico serbio desde el minuto uno. Tras comunicar a Amadeo Salvo y Braulio Vázquez que se limpiaba al francés de la convocatoria, reunió al resto de futbolistas en el hotel de concentración en Granada. Reveló al vestuario las frases pronunciadas por Ramí en una maniobra con una evidente intención: estimular la capacidad de unirse de un grupo de profesionales que hace tan sólo unos días estaban a años luz de la etiqueta de equipo.

Tengo en una ventana anexa al texto que enviaré a VLC News la imagen que Joao Pereira (¿a qué espera Djukic para elegir capitán a este tío?) acaba de colgar en Twitter. No están todos los que son, pero son todos los que están. No sé si hay algún pelota, aunque creo que el jugador al que se refería Ramí no se vistió de corto ayer. Mathieu, Bernat, Guardado, Joao, Jonas, Canales, Pabón, Javi Fuego, Banega y Fede Cartabia. Juntos. Unidos. Como un equipo, celebrando la victoria.

Quizá sea un exceso de interpretación mío, pero tengo la impresión que la fotografía encierra un mensaje directo a Adil Ramí. Sobre todo leyendo el título con el que Joao Pereira ha colgado la imagen en Instagram: Unidos somos más fuertes. Tendría narices que Ramí haya provocado en una entrevista de ocho minutos lo que Djukic no ha sido capaz de conseguir desde la primera semana de julio.

 

Fran Guaita (@FranGuaita)

Cadena Ser

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