Valencia CF- Athletic de Bilbao (contracrónica): Apadrina a un club de fútbol

El fútbol, y la vida, tienen este tipo de casualidades. Cuando te engalanas para las grandes ocasiones, tratando de ofrecer el mejor recibimiento posible a un invitado tan ilustre y sobre todo, cargado de pasta, como el señor Wang Jianlin, lo que menos esperas es que la iluminación del estadio te deje tirado poco antes de jugar un partido.

Míster Wang Jianlin -también apelado cariñosamente como el señor Wanda- pudo apreciar de primera mano lo que es un apagón en un evento deportivo de este calibre, en la previa de todo un Valencia – Athletic de Bilbao que apuntaba muy alto. Luego pasó que, como con el tema del generador, la cosa no salió todo lo bien que estaba previsto.

Por eso sería interesante saber qué sentimiento causó en el multimillonario asiático tal acontecimiento, viviéndolo en primera persona junto a su enorme séquito de traductores y acompañantes desde el palco de Mestalla. Desde ahí se quedó con el homenaje del Valencia a China, saltando el equipo a jugar el encuentro con los nombres de los jugadores en chino así como también ocurrió con el patrocinador principal de la camiseta. Y qué decir del tifo con el logo de Wanda, vamos, una bienvenida digna de reyes.

Quien no se emocionaría ante tal detalle, acompañado de la presencia de los niños chinos del proyecto Wanda sobre el césped. La mejor manera de decirle al señor Jianlin que esta también puede ser su casa y sólo por una ‘módica’ cantidad de dinero. Claro está, para una fortuna como la suya invertir la suma que se necesita para comprar el Valencia no supondría ningún esfuerzo financiero, todo es planteárselo y poner fin de una vez por todas a las penurias económicas del club ‘ché’.

Al menos la afición se lo pasó bien mientras los técnicos del club trataron de solucionar los dos apagones que retrasaron ligeramente el inicio del partido. Mecheros y móviles al viento mientras la oscuridad envolvía el coliseo valencianista. Ya se sabe que a los murciélagos les gusta la oscuridad, y ¡qué carajo! Mola pensar que no fue el aumento de consumo energético que provocan las Fallas lo que propició el apagón, es más divertido imaginarse que fue parte de la escenografía preparada para sorprender y motivar al anfitrión asiático.

Esto casi hizo pasar desapercibidos los retornos de dos ex como Ernesto Valverde -más protagonista respondiendo preguntas sobre su pasado valencianista en sala de prensa- y Aritz Aduriz, goleador rojiblanco y centro de los aplausos de una grada de Mestalla que le despidió con cariño en el momento de ser sustituido.

Fueron dos detalles más de una velada que sirvió para comprobar de nuevo que el Valencia de Pizzi ha conectado definitivamente con la gente, ilusionada como hacía tiempo que no pasaba en cada partido como locales. Aunque la suerte, las decisiones arbitrales y la serie de lesiones y sanciones no permiten más alegrías por el momento, la actitud de la plantilla invita a pensar en un final de temporada apasionante.

Oye, y quién sabe si lo de anoche no sirvió para terminar de convencer a un señor de China presente en el partido de que lo que necesita este club para volver a ser grande futbolísticamente es que alguien le apadrine. Si sólo son unos millones de nada señor Jianlin…

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