“Valoro mucho que mi abuela con 94 años venga a verme jugar a fútbol”

El futbolista de Xátiva guarda muchas historias que van más allá del fútbol. Durante su carrera deportiva ha sentido el apoyo de personas claves en su vida. Su abuela, sus padres, sus amigos… De todo ello hablamos con Rubén: la persona y el jugador de fútbol.

Sábado, 20:00 horas, partido contra el Valencia. ¿Un encuentro especial?

La verdad que no, es cierto que es un derbi y para todo el levantinismo es importante un partido así. Pero por lo demás no. Por lo que en teoría debería ser, que es porque jugué en el Valencia, no. No le guardo ningún rencor ni ninguna venganza al Valencia. No llegue a sentir los colores del valencia, el ser valencianista, porque tan solo estuve un año. No estuve a gusto allí…así que no tengo ninguna venganza contra ellos.

Siempre que Rubén juega, su familia está con el, ¿espera un apoyo especial para este partido?

Mis padres van a estar ahí apoyándome. Toda la familia siempre que pueden pues vienen a apoyarme. Pero en ese sentido será un partido más. Aunque espero que estén todos allí.

Y entre todos sus familiares, alguien muy especial, su abuela…

Siempre, las celebraciones de los goles van para ella. La llevo tatuada y siempre que está en el campo se lo dedico. Cuando era más pequeño, estaba en categorías inferiores, siempre venía a verme y le dedicaba los goles. Se cual es el esfuerzo que hace. Se que me quiere mucho y lo vive conmigo.

Y a pesar de que pasan los años, no se quiere perder los partidos de su nieto

Si no viene al campo siempre está en casa viéndome, y ahora que la veo menos siempre me pregunta cuando juego. Quieras o no la edad que tiene, 94 años, 95 cumple ahora en enero… si es verdad que cada vez le cuesta más pero yo valoro mucho ese esfuerzo.

Después de tanto tiempo, ese niño está en Primera División. ¿Qué siente su abuela ahora?

Ella se acuerda de cuando era pequeño. Por motivos de trabajo mis padres no podían llevarme a los partidos y siempre estaba mi abuela. Ella tiene la espina de su marido, de mi abuelo, que no lo pude conocer. A el le gustaba mucho el fútbol y mi abuela siempre me dice: “si estuviera aquí tu abuelo para verte”. Pero la suerte es esa, que ella está viva para verme y ojala pueda estar muchos años más.

También están sus padres. A pesar de tener miedo a volar, su madre ya ha viajado en algunas ocasiones para verle jugar a fútbol

La primera vez que cogió un avión fue para venir a Turquía, al Mundial. Y como han hecho toda la vida…dejárselo todo para estar conmigo y para verme. Yo siempre intento devolvérselo de alguna forma. Ellos están disfrutando mucho: siempre que van por Xátiva van más anchos… (risas) entonces todo ese esfuerzo que ellos me han dado yo intento devolvérselo con todos estos premios que me está dando el fútbol.

Su padre, que también ha sido futbolista, ¿Se ha convertido en un apoyo importante en su carrera deportiva?

Mi padre ha sido el pilar más fuerte en mi carrera. En mis peores momentos: la salida del Valencia que fue una temporada bastante dura para mí. Mi padre sabía que yo era un chaval de 15 años, que como cualquier otro, con todo lo que estaba pasando, se podía dejar el fútbol para toda la vida. Pero gracias a su apoyo, el estaba muy encima de mí, y yo… en ese momento se lo echaba en cara, como cualquier chaval de esa edad: no le hacia caso y pasaba de el. Pero luego me di cuenta que me vino muy bien. Me centre en el fútbol, fui progresando y eso tuvo sus frutos.

Por que su padre, después de ser jugador, se hizo árbitro…

Yo se lo he dicho muchas veces, ha habido algún partido que hemos tenido que salir corriendo (risas). Lo bueno que tenía mi padre es que era muy conocido en el pueblo y al final, le insultaban pero nunca llegaban a las manos. Vas a ver el fútbol, a disfrutar y ves como insultan a tu padre…pues es algo que no se lleva bien.

Esta temporada ha vivido momentos difíciles por culpa de las lesiones. ¿Ha llegado a tener miedo?

No te da miedo tu futuro. Pero si que es verdad a corto plazo dices: “igual si fuerzo me pierdo la temporada…”. Ha habido momentos que yo no he estado al cien por cien. Como dice el mister hay que saber gestionar esas molestias y eso sí que es verdad que le he aprendido este año y me va a servir mucho para el futuro.

Tras haber pasado una mala época, toca ver al Rubén de siempre

Ahora no tengo ningún tipo de molestia. Además estoy muy contento y me preocupo más de otras cosas. Estoy con el tema del peso, el año pasado me metieron mucha caña y ahora al estar tanto tiempo lesionado pues cuesta controlarlo. Ese es el objetivo que estoy llevando y de cara a final de temporada jugar los máximos partidos posibles al máximo nivel.

Si marca en Mestalla, ¿se lo dedicará también a Álvaro Traver?

Más que nada es la celebración que dijimos. Vimos a Michu y pensamos que estaba muy chula. Contra el Recreativo pensé…voy a seguir haciéndola. También porque es un acto bonito. Con Traver, desde infantiles he tenido muy buena relación y este año que hemos vuelto a estar juntos nos ayudamos el uno al otro.

Y el futuro Rubén… supongo que siempre está la duda de seguir siendo feliz en el Levante o buscar llegar a Champions con un club más grande…

Yo le debo todo al Levante, es el equipo que me ha dado la oportunidad de crecer como estoy creciendo. Si que es verdad que todos los jugadores quieren ser los mejores y quieren estar en los mejores clubes. Ojala pudiera estar el día de mañana jugando Champions, en un equipo de aquí o de fuera, ¿a que jugador no le gustaría?. Poder ayudar al Levante en el sentido económico, llegar a un acuerdo, conseguir la felicidad mía y también la satisfacción del club. Pero bueno aquí me cuidan mucho, ojala siga muchos años porque mis padres quieren que de aquí no salga en toda la vida (risas).

Por último Rubén, el derbi. ¿Cómo se le gana a este Valencia de Pizzi?

Somos conscientes de que va a ser un Valencia totalmente distinto, que no hemos visto en toda la temporada. Por el carácter del entrenador va a ser un equipo diferente. En ese sentido tenemos que saber jugar nuestras bazas: estar tranquilos, dejar pasar el tiempo. Sin prisas, sabiendo en cada momento lo que hay que hacer. Si hay que presionar arriba, presionar, si tenemos que mantener la posición, pues hacerlo. Si metemos un gol pues ir a por ellos, porque sabemos que no están en una situación muy buena y hay que ir a por ellos.

 

 

 

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