¿Vuelve a molar Djukic?

Djukic vuelve a molar. O no. O sí. O yo que sé. A día de hoy, bastante tenemos con tener la suerte de poder teclear estas palabras en un medio en el que se todos podemos opinar libremente. En una semana en la que el periodismo ha vuelto a sufrir un duro golpe con el cierre de RTVV, analizar el estado actual del serbio dentro del club se ha convertido en un entretenido divertimento para muchos.

La semana pasada hablé sobre la hoja de ruta que, inevitablemente, conduciría a un cambio en el banquillo. Así hubiese ocurrido de no ser por el triunfo ante Osasuna, un rival con pocos argumentos y que encima jugó durante hora y cuarto con un futbolista menos. La suerte, esquiva con Djukic y sus jugadores en muchas ocasiones esta temporada, estuvo esta vez del lado del serbio. Jonas, que vive enfadado con el mundo desde principios de temporada, se encargó con su ‘hat-trick’ de dar aire a su entrenador, con el que la relación de amor-odio es constante semana a semana.

Los dos triunfos han ayudado a airear la habitación y a mirar el futuro con algo de optimismo ante el doble enfrentamiento copero y el choque europeo frente al Kuban Krasnodar. Si las previsiones se mantienen, el Valencia podría afrontar con cinco triunfos consecutivos en el zurrón la batalla en el Calderón ante el Atlético. Serían victorias ante enemigos de poca enjundias, pero victorias al fin y al cabo.

Djukic fue valiente el pasado domingo. En un universo en el que ni Dios sale públicamente a rectificar, el serbio reconoció su error respecto a su teoría de los centrales zurdos. Loable, aunque algo tarde para corregir el tremendo golpe que la decisión del técnico de fichar a Rubén Vezo supuso para las ilusiones de la cantera. No tengo ninguna duda de que Rufete se haya detrás de la decisión de jugar dos partidos seguidos con Mathieu y Ruíz: el alicantino es fan de la meritocracia, y parece que una de sus primeras ‘sugerencias’ ha sido la de priorizar estados de forma sobre el peso específico de un futbolista en la caseta.

Los ejemplos de Ricardo Costa, Postiga y Joao Pereira son paradigmáticos. Los otrora ‘intocables’ de Djukic a principio de temporada han visto los últimos partidos desde el banco. Y Víctor Ruiz, Barragán y Jonas han cumplido sobradamente con su cometido, en ocasiones rindiendo incluso por encima de sus homólogos lusos. Me alegra especialmente el buen papel de Barragán teniendo en contra a crítica y público: si se llamase «Barragâo», no le lloverían ni la mitad de hostias.

Del ‘match ball’ a una probable racha de cinco triunfos seguidos. Este es el Valencia que nos ha tocado vivir. Del drama a la ilusión, de la inestabilidad a la calma chicha. De molar muy fuerte a dejar de hacerlo. Y de fondo, la situación accionarial, financiera y jurídica con Bankia y la Generalitat. Quizá Rufete también debería echar una manita en esa parcela, ¿no?

 

Paco Polit (@pacopolit)

VLC NEWS – Deportes

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