¿Y si…?

El Valencia viene de un nuevo fracaso liguero: doce derrotas en veintiocho partidos lo corroboran. Números paupérrimos para un club de la entidad del blanquinegro. El equipo marcha octavo en la Liga BBVA, a 8 puntos de los puestos que dan acceso a Europa.

Aun así, seguimos vivos en la Europa Legue, ya en cuartos de final con el Basilea en mente tras eliminar al Ludogorets. Hay que ser positivos y mirar hacia delante. ¿Y si ganamos la UEFA? ¿Y si la afición recibe una alegría del calibre de un título? Y si los aficionados podemos celebrar un torneo tras seis largos años? ¿Y si volvemos a ser ese equipo bronco y copero que fuimos? ¿Y si, con el nuevo comprador, nos transformamos en el nuevo Manchester City? ¿Y si dejamos de ser conocidos como el equipo que vende a sus estrellas para ser el conjunto que las ficha? ¿Y si olvidamos nuestras deudas para ser un equipo totalmente saneado?

Muchas hipótesis, muchas preguntas que empezarán a tener respuesta el 14 de mayo si llegamos a la ansiada final de Turín y, al mismo tiempo, si el tema del comprador se soluciona como el club merece. Demasiadas incógnitas, sobretodo las respectivas al nuevo dueño. Tenemos por un lado el ejemplo del City, equipazo gracias a su jeque y sus fichajes; pero también el fiasco del Málaga, equipo venido a menos después de la espantada de su comprador. Se que no se pueden comparar ambos casos porque son situaciones distintas -la finalidad de ambos inversores difería-, pero por el bien del conjunto che deberíamos estar en el primer grupo, donde también se hallan el PSG o el Mónaco.

Siempre he tenido miedo a que alguien que desconoce las dimensiones de un equipo como el Valencia, se haga cargo de él y mande a su antojo. Pese a ello, si esto permite formar un Valencia campeón, bienvenido sea. Los cambios suelen dar respeto, y esto no es una excepción. Todos los chés soñamos con aspirar a todo, pasar de tener objetivos como el de quedar tercero a buscar metas como las de los títulos. Las alegrías para una afición no son triunfos un domingo cualquiera, sino ganar campeonatos. Al hilo de esto, por ejemplo, se ganó hace poco en el Camp Nou pero luego se ha perdido en campos como el de Rayo Vallecano. En el fútbol la clave es la continuidad y regularidad.

El pasado martes el Valencia celebró su 95 aniversario. Sí, 95 primaveras desde ese día en que nació el club en el Bar Torino, aquel año 1919. Desde entonces, el conjunto blanquinegro ha dado alegrías, victorias, celebraciones y títulos aunque también ha provocado tristezas, desilusiones y sinsabores. Estoy seguro que cuando se celebre el 96 aniversario, estaremos mucho mejor que ahora porque el nuevo dueño constituirá ese soplo de aire fresco que necesita la entidad para volver a ser un equipo como el que se formó en 2004, que llegó a ser considerado el mejor club del mundo tras ganar el doblete de Liga y UEFA.

¿Y si volvemos? Bueno, en realidad no es una pregunta…

Volveremos.

 

Jorge Farrés (@JorgeFarres)

 

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