La fanfarria electoral da paso a la Campaña más incierta de las últimas décadas. Los Partidos se aprestan a darlo todo en estos quince días. Un esfuerzo titánico de todos los equipos electorales para arropar a esos candidatos que convergeran en las distintas caravanas electorales hasta el viernes 18.
Hoy el CIS ha dado una vuelta de tuerca a las expectativas de muchos. Las distintas fuerzas políticas inician la travesía electoral sabedoras de que nada será igual después del 20-D. Ese alto porcentaje de indecisos es demoledor, un voto oculto que puede cambiar el dibujo electoral de forma caprichosa. No teníamos precedentes de un escenario electoral como el que se nos presenta. De ahí el nerviosismo de muchos, tanto Medios como Partidos.
El Partido Popular , la pieza electoral más codiciada por toda la oposición política inicia su propia odisea con dos horizontes estrechamente vinculados. Por una parte el 20D, donde debe mejorar los resultados de las municipales y autonómicas. Fueron su suelo y de ahí para arriba todo es esperanza ante el fraccionamiento de la Izquierda. Solo depende de él. No puede ni debe obcecarse por el ambiente demoscópico. Todo y todos juegan en su contra. Nunca nadie le ha regalado nada y siempre ha tenido que luchar contra todos. Y seguimos igual. Y por otro lado, el escenario congresal que el nuevo año deparará para cerrar todo el proceso de renovación de sus estructuras y la consolidación de los nuevos liderazgos.
Isabel Bonig ha preparado sus legiones desde una estrategia calculada con sus tres legados provinciales, al confeccionar unas candidaturas que han levantado el ánimo de la tropa. Su espíritu anglosajón y su pasión mediterránea han propiciado un baño de autoestima en una tropa apesadumbrada. Y la actitud es un factor determinante que puede cambiar el curso de la batalla. Una batalla que ahora será en campo abierto. El muro de Adriano que protegía la retaguardia popular ya no existe. Todo ese poder institucional saltó por los aires el 20-M. Una batalla ideológica que confronta dos modelos de sociedad. El Liberal-conservador de los populares y el populista del socialismo del siglo XXI, al que la izquierda valenciana añade un sesgo pancatalanista propio. Ciudadanos busca su espacio con un corta y pega de aquí y de allí, sabedor de que su única baza es el liderazgo mesiánico de Rivera. Eso le puede servir, o no.
Iniciamos un período apasionante en el que las urnas emitirán su veredicto inapelable. Dispongámonos pues, a disfrutar de la fiesta de la Democracia.
Juan Vicente Pérez Aras, Candidato al Congreso por el PPCV