¿Fondo de nivelación o de flotación?

A vueltas estaba Alberto Fabra en la recta final de 2013, para encontrar una fórmula, una solución transitoria, que permitiera a la delicada situación financiera de la Generalitat encontrar soluciones para afrontar los pagos urgentes de las cuentas autonómicas en este 2014 recién iniciado.

Porque con razón, el Presidente de la Generalitat tiene claro desde hace mucho tiempo que su gobierno no podría cumplir con sus numerosos frentes de pago salvo que encontrara un apoyo, aunque fuera transitorio, con el que poder llegar hasta la anhelada reforma de la financiación autonómica que el Gobierno tiene previsto llevar a cabo en 2015.

Y ante tales circunstancias, a Fabra, o sus asesores, que todo es posible, se les encendió la luz verde, porque la roja ya lleva encendida mucho tiempo, para encargar al comité de expertos de los Premios Jaume I la redacción de un informe que permitiera un avance sustancial, con variantes de cambio, en el nuevo modelo de financiación autonómica.

Y entre esas variantes, cuyo gran objetivo es una financiación más equitativa entre todas las CC.AA, aparece el “Fondo de Nivelación Transitorio” que permitirá a la Generalitat poder atender sus pagos más urgentes a la espera del mecanismo financiero definitivo que articule el Estado para el próximo año.

Como el asunto no parece de fácil solución, al menos a corto plazo, porque en el mejor de los casos estaríamos hablando de año y medio, periodo que además coincidirá con las elecciones autonómicas y municipales de 2015, Alberto Fabra se ha puesto manos a la obra, articulando la propuesta transitoria del informe, para solicitarle a Montoro 1.500 millones de euros.

El Presidente de la Generalitat sabe que no puede pedir la financiación con carácter retroactivo, porque supondría una reclamación íntegra de los 13.000 millones de deuda histórica que arrastra el Estado con la Comunidad Valenciana, pero también es consciente que las arcas autonómicas se ahogarán hasta 2015 si no encuentra soluciones eficaces.

Por ello, Fabra sabe que se juega gran parte de su futuro y credibilidad política en este año 2014. Y por eso, ha presentado con celeridad un informe que resultará clave para afianzar sus políticas económicas con el objetivo de sufragar los pagos en sectores vitales como Sanidad, Educación o Bienestar Social.

Ahora, la última palabra la tiene, como siempre, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, toda vez que debe presentar previamente la propuesta de Fabra antes de su posible aplicación, al Consejo Sup. De Política Fiscal y Financiera, aunque será su departamento el que decidirá si entra en vigor.

De momento, el Presidente de la Generalitat toma la iniciativa, de la que no había hecho gala en la parte inicial de su mandato tras sustituir a Francisco Camps, bien por el desconocimiento de la situación financiera real de la Generalitat, o bien por el temor a destapar la caja de pandora que le podían abrir sus enemigos políticos.

Ahora da sus primeros pasos para afianzar su liderazgo en los próximos meses, tras afrontar previsiblemente la parte más dura de su mandato con la toma de decisiones sin precedentes como el cierre de Canal Nou.

Una apuesta arriesgada, o no, de indudable impacto mediático, y cuya repercusión electoral está todavía por dilucidar, pero que al mismo tiempo quedará compensada de manera positiva si consigue arrancarle al Estado ese fondo de nivelación de 1.500 millones que sirva de tabla de salvación tanto para su futuro político como para el de la Comunidad Valenciana.

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