La importancia de la geolocalización: de Facebook a Mercadona

19.000 millones de euros de operación total es lo que Facebook pagó por Whatsapp. Es «barato», según Mark Zuckerberg. Y a fe que lo es. Lo que la red social por antonomasia ha comprado no son los números de teléfono de todos los que usan la aplicación más exitosa de la historia, sino su geolocalización.

Con esa información, Facebook puede hacer llegar a cada usuario ofertas personalizadas de entretenimiento y publicidad. Y así tener más y mejor promoción directa y poder cobrar más por sus productos. Negocio redondo.

Sin embargo, hay otra cara de la geolocalización. La de servidumbre. Mercadona, en un paso más por contentar y satisfacer al que en la organización de Juan Roig llaman “el Jefe” -que no es otro que el cliente-, ha entendido la importancia de la geolocalización.

Por eso, en uno de los cambios más notables de los últimos meses, cada supermercado Mercadona se rige por criterios locales y no nacionales. Son más tenderos porque pueden serlo y dan un servicio mejor. Esto es: no se consume el mismo pescado en Cádiz que en La Coruña, pues dejemos que sean las secciones de pescadería de la zona las que hablen con las lonjas locales y encarguen el pescado.

Geolocalización. Y éxito.

Acercar el producto local al cliente local. Y entender que cada zona es un mundo con sus tradiciones y consumos. Con ese escenario, Mercadona se aprovecha de la geolocalización adaptando sus nuevas secciones al consumo específico de cada zona. Así, carnes, fiambres, pescados y también la nueva sección de horno es exactamente lo que el cliente de cada supermercado compra de manera habitual.

¿Cómo estrategia? Zuckerberg acaba de pagar 19.000 millones por una app que contenía geolocalización. Mercadona, en su caso, ha optado por aprovecharse de sus ventajas para dar un servicio local. Al final, el dueño de Facebook tiene razón: es barato.

Foto: VLC NEWS

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