La Pyricularia causará pérdidas de 5,6 millones de euros en el arroz

La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) prevé un descenso del 15% de la cosecha de arroz con pérdidas de casi 5,6 millones de euros por culpa del hongo de la Pyricularia. Además, aseguran que las malas hierbas han tenido una «incidencia negativa» en el cultivo lo que ha disparado los costes de producción más de un 20%.

AVA-Asaja incide en que el sector arrocero valenciano «afronta una campaña sumamente complicada» ya que la combinación de una elevada humedad y de altas temperaturas de este verano «ha favorecido de manera extraordinaria la proliferación del hongo Pyricularia oryzae cuyos ataques continuos sobre las plantas están teniendo consecuencias fatales sobre la evolución del cultivo» las zonas que abarca desde el parque natural de l’Albufera hasta las marjales de Pego-Oliva y Almenara.

El arroz Bomba, que representa en torno al 10% del total de la cosecha valenciana de esta variedad cereal, sufrirá la merma «más significativa» que se sitúa en torno al 21% respecto al 2014. Según estas las primeras estimaciones esto provocaría una «escasez» de en los mercados.

Incluso zonas de Pego y Massanassa, donde la enfermedad causada por el hongo de la Pyricularia se ha manifestado «con mayor virulencia», el descenso de la producción podría llegar a superar el 50%.

En las variedades como la J.Sendra, la Gleva y la Fonsa, la afección sobre la cosecha se prevee de un 14%, según la estimación. La acumulación de materia orgánica, fundamentalmente paja del arroz, ha sido otro de los factores que ha ayudado al desarrollo del hongo.

Según AVA-Asaja la «gravedad» y los «letales efectos» de la pyricularia resulta «especialmente preocupante» ya que el Ministerio de Agricultura  autorizó un tercer tratamiento fitosanitario, aéreo o terrestre, para combatir la expansión del hongo, «pero sus resultados no han sido tan favorables como podía esperarse en un principio».

Cristóbal Aguado, presidente de AVA-Asaja, ha asegurado que la pyricularia «está causando estragos en el cultivo del arroz a pesar de que este año se pudo realizar un tercer tratamiento en lugar de los dos que se venían permitiendo en los últimos tiempos».

Por ello insta a los agricultores y a las administraciones a hacer una «reflexión conjunta» sobre lo ocurrido, sobre la eficacia «real» de lo que usan para combatir la enfermedad, sobre si las plantas han desarrollado resistencias, o sobre la necesidad de diseñar una nueva estrategia «si los métodos actuales no se muestran lo suficientemente eficaces, pero lo que no podemos es permanecer de brazos cruzados ante un problema tan serio».

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