Recientemente hemos escuchado la noticia de que Austria tendrá que volver a repetir sus elecciones presidenciales debido a que la corte de justicia suprema de aquel país ha detectado un posible pucherazo en las elecciones que dieron la victoria al verde Van Der Bellen, frente al candidato de extrema derecha. No obstante, hay que explicar que en España, a día de hoy, el sistema es fuertemente garantista en este aspecto.
De acuerdo con que en España no tenemos la mejor ley electoral, pero el sistema de votación tiene garantías y medidas de seguridad para asegurar la limpieza del proceso.
En cada mesa hay un número reducido de electores eso facilita un escrutinio rápido y además hace que el conteo esté en muchas manos, cuantas más manos y un número de votos menor, más complicado manipular. Además los miembros de la mesa (presidente y vocales) se eligen en sorteo público en el pleno de ayuntamiento correspondiente (el pleno de la bolita que marca desde dónde se empieza a seleccionar).
Asimismo, durante la votación hay presentes en todo momento y velando por la limpieza del proceso apoderados e interventores de diferentes partidos, y son unos cuantos unos 4-5 apoderados y en colegios grades uno o dos interventores por mesa. Cada uno vigilando que todo se haga correcto y pudiendo poner reclamaciones en cualquier momento.
A la hora del recuento, nuevamente tenemos a todo este montón de gente unos contando y otros vigilando, que pueden pedir recontar, hablar comentar con el presidente de mesa. Además es público y cualquier ciudadano se puede quedar a verlo. Para evitar dudas, también es menester comentar sobre el voto por correo, que la mesa tiene un listado de ellos y puede comprobar que llegan esos votos ni más ni menos, con el certificado y demás documentación y los introducen uno a uno como si estuvieran allí presentes en persona.
Finalmente, se debe saber que se realiza un recuento general ante la Junta Electoral Provincial unos días más tarde, la cual revisa toda la documentación y reclamaciones de cada mesa en presencia de los miembros de los partidos que formulan sus reclamaciones quejas etc., luego está el recuento del voto extranjero que lo realiza la Junta Electoral Provincial (compuesta por jueces, magistrados y secretarios judiciales) en presencia nuevamente de los representantes de los partidos, y se añade al resultado final. Todo ello, desmiente la ansiada tesis del pucherazo, que quizás más que una tesis sea una escusa de algunos afines a partidos que no han podido, por circunstancias varias, ganar las elecciones.