Vacaciones de verano y para todos. Parece que las aguas están en calma, y no sólo en las playas de la Comunitat Valenciana. Tras los resultados de las pasadas elecciones generales del 26J, todo apuntaba a que iba a levantarse una polvoreda en el Consell, ante el mal resultado obtenido por A la Valenciana y el PSPV-PSOE. Fue el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, el que, en una entrevista radiofónica, dijo que habría cambios en el ejecutivo valenciano, aunque matizó que se trataba de cambios para mejorar la gestión y siempre en el segundo escalafón de las instituciones. Todo apuntaba a que en la Conselleria de Sanidad y en la de Economía los movimientos serían más que evidentes, lo que podría provocar la primera crisis del tripartito.
Pese a que, un día después, Puig y la vicepresidenta Mónica Oltra escenificaron la unidad y negaron cualquier tipo de crisis, los enanos le crecen al conseller de Economía, Rafa Climent, por las desavenencias con la secretaria autonómica, María José Mira (PSPV), y el conflicto, sin resolver, de los horarios comerciales. Tampoco hay calma en Sanidad, donde el mestizaje no acaba de funcionar, sumado a las continuas denuncias por «enchufismo».
Sin embargo, las aguas parecen en calma, por el momento, y desde el Palau de la Generalitat no se ha hecho ningún movimiento. El verano es sinónimo de descanso y inactividad, en muchos casos, y los políticos también se lo toman al pie de la letra. Tampoco es casualidad que las miradas estén, ahora, más puestas en el panorama nacional, en el que los posibles pactos para la formación de Gobierno siguen siendo el pan nuestro de cada día y ¿sin un buen final?
Todos nos merecemos un descanso y, quizás, nadie quiera amargarle las vacaciones a nadie ni amargárselas a uno mismo. Sin embargo, el Pacte del Botànic, parece tambalear y el inicio de curso puede traer más de una sorpresa. Eso sí, con las sorpresas nunca se sabe y pueden llegar antes. De momento: mar en calma. mar en calma, mar en calma