Bravo, doña Gabriela

Al Consell se le van acabando los 100 días de gracia

A los pocos días de tomar posesión el Consell escribíamos sobre los 100 días de gracia que le concedíamos, como a cualquier otro gobierno, eso sí, señalándole algunos de los retos que tenía por delante y advirtiéndole de algunos riesgos. Y por el momento, a diferencia de otros medios, nos mantenemos en esa cortesía a nuestro parecer justa. En breve se cumplirá la efeméride de esos 100 primero días del Gobierno encabezado por Puig y les aseguramos que escribiremos con filo afilado, como también lo haríamos con otros. Pero en nuestra condición de periodistas y en pos de la obligación contraída con ustedes, nos vemos en la obligación de formularle una serie de preguntas de las que 100 días de gracia mediante o no, el jefe del ejecutivo valenciano y su Consell deben dar explicaciones inmediatas y, sobre todo, convincentes.

Por ir a lo más candente y citando algunos casos sin ningún ánimo de inventario, creemos que las explicaciones de la conselleria presidida por Carmen Montón respecto al lío sobre el nombramiento de la senadora catalana para dirigir el hospital La Fe, siguen sin convencer a la comunidad médica; por cierto, si fuera murciana igualmente nos preguntaríamos si no hay profesionales valencianos suficientemente capacitados para dirigir nuestro hospital de referencia. Los desatinos, promesas electorales e idas y venidas a cuenta de la reapertura de RTVV, pronto se va a convertir en un problema si no lo encaran con valentía y hoy, un viernes más, durante la reunión del gobierno valenciano, el excomité de empresa de RTVV volverá a concentrase ante el Palau de la Generalitat. Problema no solo para el Consell y sus 100 días de gracia, también para Podemos y su apoyo parlamentario de sí, pero no. Los desencuentros entre Vicent Soler y Rafael Climent y sus respectivos departamentos a cuenta de asignar competencias, comienzan a ser notorios, trascendiendo de la conversaciones (o las broncas) de pasillos, a la opinión pública. Estos dos consellers también pueden darle algún que otro maldecap a Puig si con prontitud no presentan el famoso modelo económico alternativo a los gobiernos populares de los últimos 20 años que decían tener. Pero seguro que el conseller que más le amargará al de Morella la ingesta de los tradicionales flaons de su localidad y por ende, también a la vicepresidenta Oltra, es sin duda el titular de la cartera de Educación, Investigación, Cultura y Deportes. Seguimos esperanzados en que la afección del conseller Marzà por los Países catalanes manifestada hace un año, no pase de ser un “pecado de juventud” que no ensombrezca su gestión al frente de la conselleria de todos los valencianos y no solo de ese grupúsculo impertinente que no ceja de adscribirnos cultural y políticamente a Cataluña. Veremos si el control de Oltra puede contenerlo o es víctima de los miembros de Escola Valenciana que acoge en su gabinete, acabe forzando su cese sacrificándose por su ideales. Seguimos descontando días.

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