Bravo, doña Gabriela

Albert Rivera desconoce la realidad valenciana o eso queremos creer

Políticos más que decentes como son Marí, Ten, Cantó, Punset, Giner o Subiela no estarán o no deberían estar muy contentos con la actitud beligerante de Albert Rivera ante la propuesta del PSOE a Compromís de acabar con la deuda histórica de la Comunitat Valenciana. Entendemos que ha vapuleado, ya no sólo al pueblo valenciano en su conjunto, que desde luego ha sentido un fuerte desprecio por parte de la formación naranja, sino también, y más específicamente, a sus compañeros de Ciudadanos en la Comunitat Valenciana. Personas que trabajan desde bien temprano por defender los intereses de los castellonenses, valencianos y alicantinos. Unos intereses que no pueden ser cubiertos y satisfechos de manera efectiva, si no acabamos ya con la injusta deuda histórica de nuestro territorio respecto al Estado español.

Esperamos que retroceda o se explique. Esperamos que la dirección de Ciudadanos a nivel nacional rectifique. De lo contrario, estarán demostrando una profunda ignorancia de lo que pasa en la Comunitat Valenciana, ya que deja entrever que la deuda autonómica de nuestro territorio responde a que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, cuando, en realidad, hemos estado demasiado tiempo viviendo por debajo de las mismas. Pagando como ricos y teniéndonos que conformar con recibir y ser financiados como pobres. Es prioritario saldar cuentas con el Estado español, como ya ocurrió en el caso de otras comunidades como Andalucía o Extremadura. Eso, por no hablar de infraestructuras.

Si Albert Rivera no cree en las necesidades de la Comunitat Valenciana, que ya claman el cielo, jamás estará capacitado para ser presidente del Gobierno de España. Si no conoce la realidad de algunas autonomías, ya puede retirarse. El centralismo nos lleva a la catástrofe y esa parece ser la tónica general de las declaraciones de Rivera, al referirse al sistema territorial que forjamos todos juntos en los setenta y desarrollamos a lo largo de los años.

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