Bravo, doña Gabriela

Carlos I rey de Valencia y las manipulaciones de RTVE

Tal vez, no mucha gente sabe que el cambio de un par de versos que sufrió el himno oficial valenciano, también conocido como el del Maestro Serrano o de la Exposición, se produjo en los años cincuenta. En aquel tiempo, en el que no se hacía prácticamente nada sin que lo supieran las autoridades franquistas, la Junta Local Fallera de Alzira, solicitó permiso al Gobernado civil para traducir dicho himno al valenciano -hasta ese momento se cantaba su traducción al castellano-. Aprovecharon esa instancia los falleros alzireños para eliminar el famoso verso del que el propio presidente Puig dice estar harto (per a ofrenar noves glòries a Espanya) y traducirlo por “tots baix els plecs de la nostra Senyera”. Desde ese momento, muchos valencianistas cantan esa versión de los cincuenta como muestra de reivindicación, aunque no sea oficial. Pero, una cosa es lo que cada ciudadano, a título individual, decida hacer y otra cosa bien diferente es lo que la obligación que tienen los representantes públicos, al jurar o prometer su cargo, de cumplir y hacer cumplir las leyes. Todo esto viene a cuento de lo ocurrido este fin de semana en Puçol. Durante las fiestas de esta población, su alcalde Enric Esteve, de Compromís, decidió hacer sonar de manera oficial la versión alzireña de nuestro himno. A cada uno le podrá gustar más una versión u otra, pero las autoridades no pueden en ningún caso infringir la ley a su antojo. Si Compromís quiere cambiar el himno valenciano, el procedimiento es bien fácil, que lleven y ganen una propuesta a les Corts de enmienda de la ley de los símbolos valencianos (ley 8/1984) y a partir de ahí, polémica finiquitada. Mientras tanto, guste o no, respeto a la legislación vigente.

Tengamos respeto nosotros mismo por lo nuestro, para después poder exigirlo a los demás. Porque desde fuera también estamos demasiado acostumbrados a que se conculque la ley o se modifique la historia según interese. Nos pasa en lengua y cultura con nuestros vecinos del norte, pero también, de vez en cuando, Madrid nos hace una de estas barrabasadas. ¿Has visto la promo de la nueva serie histórica que en breve estrena RTVE?, pues atentos. Se trata de una ficción televisiva sobre la vida de Carles I de Valéncia, aquel rey nuestro -juró nuestros Fueros- que también usó el título de emperador. Pues bien, en dicha promoción se nombran algunos de los títulos que ostentó este monarca, y, ¡qué casualidad!, se olvida nombrar el de Rey de Valencia. Tal vez se pretenda ignorar la entidad política y jurídica que tuvo el Reino de Valencia, para diluirla en otras entidades nacionales. En cualquier caso, debería ser la Generalitat valenciana, representante de todos los valencianos, quien se dirigiera a la radio televisión española que también pagamos los valencianos para exigirle que modificara ese intento de tergiversación de la historia y de anulación de la idiosincrasia del Pueblo valenciano. De no ser así, los miembros del Consell, colegiadamente, serán tan culpables de este agravio, como quienes la producen o la difunden.

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