Ser valenciano es un orgullo. Nuestra comunidad es un paraíso natural, una tierra histórica, con un patrimonio que da cuenta de la historia de buena parte de las grandes civilizaciones, un fantástico clima durante casi todo el año y con una identidad propia difícilmente borrable. Prueba de ello es nuestro amplio recetario, que cautiva los paladares de medio mundo. Nuestro don de gentes atrapa a los que se acercan y nos conocen. Buscar satisfactoriamente y encontrar nuestra hospitalidad en cualquier otro destino del mundo es tarea compleja. Tenemos, en nuestra propia casa, infinidad de tesoros que muchos querrían tener. Somos admirados por nuestra procedencia allá donde vamos. En Fitur tenemos tanto que mostrar como destino turístico…
Si todos los que deciden aprovechar sus vacaciones para viajar pudieran conocer lo que hay aquí -más allá del sol, la playa y el chiringuito- no dudarían ni un segundo en escogernos como destino. Nuestra oferta contiene elementos diferenciadores, si sabemos visibilizarlos. Muchos aspectos que convertirían nuestro mercado turístico en un motor económico desestacionalizado. Tenemos atracciones que hacen de nuestra tierra un destino para visitar durante todo el año, no solo en temporada estival. Pero hace falta organizarlo, venderlo y saber fidelizarlo. Para ello, Fitur es clave.
Quizás Fitur sea la oportunidad y esa sea la vía para nuestra recuperación. En nuestra propia esencia está la solución. Debemos ser capaces de reconducir nuestro futuro hacia un lugar mucho más estable y con garantías de estabilidad, una vez ha explotado la burbuja de la especulación en nuestras narices. En ese proceso, deberán jugar un papel vital el municipalismo. Porque cada ayuntamiento debe comprometerse a concienciar a sus vecinos de que deben mostrar su mejor cara hacia los visitantes, mantener su localidad en perfectas condiciones, coordinarse con otras instituciones y crear redes supramunicipales que simplifiquen la oferta de destino, apostando por la comarcalización y hallando nexos de unión.
En Fitur 2016 nos jugamos mucho.