Los valencianos tenemos que estar orgullosos. No se trata tan solo de mirar con alegría como hasta ocho apellidos valencianos se encontraban nominados a traer el galardón a nuestra tierra, que ya es un premio y un reconocimiento a nuestra cultura, sino que, como si se tratase de dulces “sueños de sal”, dábamos una lección de solidaridad. Alfredo Navarro recordó que el beneficio de la película va destinado a las obras de Cáritas y Cruz Roja y “dirigido a la gente que sufre en España, no solo en Novelda”, haciendo alusión a la localización donde se rodó.
También cabe felicitar, no sin antes homenajear a la totalidad de aspirantes a Goya en la noche de ayer, ya que también son exponentes mundiales de nuestra cultura, al alicantino Paco Sáez, autor del storyboard de ‘Atrapa la bandera’, Goya a mejor cinta de animación.
Comunitat Valenciana es tierra de cine. Por que nuestra gente es de cine. Nuestros paisajes, nuestra gastronomía, nuestra historia, nuestras playas… son de cine. Nuestro cine, tanto el que producimos aquí, con la personalidad que lleva inherte, como el que elige nuestra tierra como escenario de sus fantasías visuales, pone en relieve nuestra cultura más allá de nuestras fronteras. Tenemos una cultura y un pasado de cine.
Quien se atreva a acusarnos de ser trapaceros o a tildar a nuestra tierra de corrupta, que no sabemos más que robar, como hemos tenido que aguantar estos últimos días, demuestra con sus frases su ignorancia. No tiene más que ver la riqueza cultural de nuestro patrimonio: el milenario, el centenario y el contemporáneo. No es lo que fuimos, es lo que somos y es lo que queremos ser. Nuestro cine lo lleva dejando patente durante muchísimas décadas y es que somos de primera división. Y, si no tenían suficientes muestras, aquí tienen siete más: ‘Palmeras en la nieve’, ‘Sueños de sal’, ‘La noche del océano’, ‘Honorio. Dos minutos al sol’, ‘Matar el tiempo’, ‘Ma ma’ y ‘La Novia’. De lo mejorcito de España, oiga.