Bravo, doña Gabriela

Desahucios: tenemos un problema

La Comunitat Valenciana es la segunda autonomía con mayor número de desahucios de inmuebles a nivel nacional durante el tercer trimestre de 2015. Una noticia que entraña situaciones radicalmente dramáticas. Hay que actuar ya, no caben esperas, ya que las familias en situación de riesgo de pérdida de su vivienda habitual no entienden de treguas, ni de mediocridades políticas. Urge aplicar políticas de vivienda que atiendan de verdad a las personas y eviten el incremento de desahucios.

Sorprende la paralización del actual Consell, autodenominado gobierno del cambio, en las políticas de vivienda y que, en seis meses, a pesar de las proclamas y los brindis al sol de Mónica Oltra, han sido incapaces de ejecutar un solo euro de los ocho millones presupuestados en 2015 para rehabilitación de viviendas del parque público y, en los presupuestos de 2016, bajan un 15 por ciento la partida para la rehabilitación de viviendas públicas.

La consellera Salvador debe hacer efectivo esa parte del gobierno hacia las personas que le corresponde y que tanto se encargaron de reflejar en la campaña de las elecciones de mayo del pasado año. No vale de nada hablar por hablar, si luego no sea actúa. El hecho objetivo es que la cifra que deja en evidencia el número de desahucios que se suceden en nuestra comunidad cada semana sigue incrementándose. Ya somos los segundos de toda España y, si ya hemos sido bautizados por nuestros vecinos como tierra de corrupción, no podemos permitirnos, además, ser los que miran hacia otro lado mientras nuestros conciudadanos pierden todo lo que tenían.

Desde News Grup reclamamos que, de inmediato, se ponga freno a este drama inhumano. Nos duele profundamente la pasividad del gobierno de la Comunitat Valenciana que evidencian las cifras. De viva voz han repetido hasta la saciedad medidas como los pactos contra los desahucios a nivel municipal, suscritos por muchas localidades de la autonomía. Ahora, hay que ir más allá y actuar con contundencia, eficacia y efectividad. Ningún valenciano, alicantino o castellonense sin techo donde refugiarse.

Ir arriba