Bravo, doña Gabriela

Diputados y senadores valencianos: estamos orgullosos de vosotros

Ver en una misma foto a decenas de diputados y senadores valencianos dialogando en torno a una mesa es un éxito por sí solo. Más, teniendo en cuenta la crispación y la agresividad con la que llevan produciéndose los plenos de Les Corts desde hace más de 20 años. La opacidad, amparada en mayorías absolutas, la intención de llevarse. Por encima de las siglas e ideologías están los intereses de los electores, no sólo los que lo votan a uno mismo, sino la totalidad de participantes de la fiesta de la democracia.

Los candidatos valencianos electos, que conforman las cámaras de Madrid junto a los del resto de comunidades, deben dejarse la piel por el bien común de la sociedad valenciana en general, con los matices que cada uno quiera aportar al debate. Ahí y solamente ahí es donde se demuestra la valencianía y el valencianismo, que no es más que el amor por valencia y su identidad común, que llena bocas y portadas en época de campaña. Pero, puesto que obras son amores y no buenas razones, después del verbo ha de venir la acción. Y todo parece indicar que la unión de todas y todos es real o, por lo menos, la intención de hacerla efectiva.

¿A quién debemos este éxito sin precedentes? A Ximo Puig, en primer lugar, pues la iniciativa emana directamente desde el despacho de Presidencia de la Generalitat Valenciana. Sin embargo, sin la voluntad del resto de representantes sería imposible estar escribiendo estas líneas. Por lo que hoy toca aplaudir a rabiar a todas y cada una de las senadoras y diputadas electas; a todos y cada uno de los senadores y diputados electos. Han demostrado una madurez política nunca antes vista, quizás porque no existía o quizás por que no había voluntad de manifestarla, probablemente, por motivos electoralistas. Pero hoy han demostrado que otro tipo de política es posible. Que sí, que sí, que sí nos representan. Que, dejando al lado disputas inútiles, se puede puede hacer política cercana y resolver nuestros problemas, los reales, los que acaparan horas y horas de tertulias en cafeterías y bares de nuestra Comunitat.

Diputados y senadores valencianos: estamos orgullosos de vosotros.

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