Ha pasado prácticamente un año desde la puesta en marcha del gobierno nacido del Pacte del Botànic, o lo que es lo mismo, el acuerdo entre el PSPV-PSOE, Compromís y también Podemos, gracias al cual la Generalitat Valenciana cambió de color después de veinte años de hegemonía indiscutible del Partido Popular. La crisis, la cuestionable gestión, y los constantes escándalos, provocaron la caída del PP, que no pudo sumar si quiera con los diputados que obtuvo Ciudadanos. El Acord del Botànic propició un gobierno bipartito, formado por PSPV-PSOE y Compromís, quedando ya en aquel momento Podemos fuera. Ahora, ante la que será la primera evaluación que hagan los partidos firmantes del acuerdo, Podemos, a través de su líder valenciano, Antonio Montiel, ya se plantea la posibilidad de entrar a formar parte del ejecutivo valenciano.
En el haber del nuevo gobierno, los pagos al día para con los dependientes y la puesta en marcha de programas educativos y de bienestar social como ‘xarxa de llibres’. En el debe, los sospechosos casos de enchufismo en la conselleria de sanidad, las polémicas generadas por la línea educativa del conseller de educación, el nacionalista Vicent Marzà y la falta de transparencia en muchos de los procesos selectivos, que ha llegado a enfrentar a socialistas y Compromís en más de una ocasión.
Por el momento Ximó Puig deja la puerta abierta a la entrada de Podemos en el Consell, algo que, casi con toda seguridad, daría visibilidad a la formación de Pablo Iglesias, especialmente tras un momento de convulsión interna tras los inesperados resultados del pasado 26 de junio, que dejaron a la coalición Unidos Podemos y a su filial ‘A La Valenciana’ en la Comunitat, muy por debajo de sus expectativas electorales.
Por el momento, el gobierno de Puig y Oltra ya ha echado a andar, el tiempo dirá si con vocación de estabilidad.