La Comunitat Valenciana ha alcanzado, durante los meses de enero a mayo, el máximo histórico de exportaciones agroalimentarias, lo que supone un aumento del 2,4% y un total de 1.167,6 millones de euros, solo en frutas y hortalizas. Dicha cifra implica que el sector agroalimentario ha sido, en este periodo, el que ha aportado el segundo mayor saldo positivo a la balanza comercial exterior valenciana, por detrás del sector del automóvil. Las cifras ponen de manifiesto la necesidad de reivindicar con más fuerza el Corredor Mediterráneo, y hacerlo sin victimismos pero con consistencia e insistencia. No hay otra manera.
La Comunitat sigue esperando infraestructuras vitales para el bienestar de sus gentes, y del de las muchas personas que nos visitan cada año. Es por ello que hace menester, ahora más que nunca, poner de manifiesto las necesidades valencianas, sin estridencias, sin querer situarse por encima de ningún otro territorio, pero tampoco por debajo.
Es menester ejercer peso político, ser serios e insistentes en reclamar aquello que es justo, y que además es bueno para el conjunto de España, pues no olvidemos que el Corredor Mediterráneo uniría a Cataluña, la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía con toda Europa, generando un beneficio de carácter, con toda seguridad, internacional.
El aumento de las exportaciones agroalimentarias es sólo un ejemplo, pero sirve para ilustrar y visibilizar el gran potencial que tiene y puede aportar esta infraestructura. Quizás sea conveniente seguir en la senda de buscar sinergias con todas las administraciones autonómicas directamente interesadas en la puesta en marcha del proyecto, y poder de este modo ser una voz más fuerte de cara a exigir al Gobierno una apuesta clara, decidida e inmediata para con el Corredor, pues así habrá que actuar en Europa para tener cuanto antes conexión con el resto de nuestros vecinos también vía tren.