Bravo, doña Gabriela

El Pueblo valenciano y sus hijos ilustres

Una de las iniciativas que se presentaba esta semana en les Corts, en concreto un Proposición No de Ley sobre el pintor Ignacio Pinazo Camarlench destaca sobre las que habitualmente se discuten en este foro. Y no solo porque estuviera consensuada por todos los grupos políticos de nuestro hemiciclo, si no porque se trataba de hacer justicia con uno de los ilustres hijos del Pueblo valenciano. La PNL solicita al Consell que, en conmemoración del centenario del nacimiento del pintor (octubre de 2016), declare el próximo como el “Año Pinazo”. La iniciativa también insta a la Generalitat a orquestar tantos procedimientos sean necesarios para preservar la memoria, el buen nombre y el legado del pintor y a tomar la iniciativa para proyectar a la sociedad su trabajo. La verdad que se agradecen actuaciones como estas, alejadas absolutamente del fragor político del día a día, y que además se preocupan de preservar nuestra cultura, nuestra identidad cultural valenciana dice la PNL, con el consenso de todos. También es cierto que Pinazo no tiene connotaciones políticas, como otros, y facilita la adhesión generalizada, pero en cualquier caso, se trata de cultura, no de política y a la hora de orgullecernos de nuestros hijos ilustres, no debemos juzgarlos por cómo fueran personalmente, si no por su obra. La historia está llena de grandes genios que en su vida personal no eran un ejemplo de bondad.

Así que en la recuperación de nuestra memoria, en la pacificación de nuestra sociedad, el Pueblo valenciano debe superar los prejuicios a la hora de conceder honores, y sobre todo en el caso de homenajes póstumos, a ciudadanos cuya aportación sea realmente importante. Debemos superar el enfrentamiento que nos hacía valorar a unos y a otros en función de su ideología. Como dice una campaña existente en redes sociales “tots són nostres”. Asumámoslo así y miremos al futuro dejando a un lado viejas rencillas que solo nos paralizaban como Pueblo. Porque si no lo hacemos nosotros, lo harán otros y cuando queramos recuperar a nuestros hijos ilustres será demasiado difícil o demasiado tarde.

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