Bravo, doña Gabriela

Insuficientes las explicaciones de Rita Barberá

Vemos insuficientes las explicaciones que ofreció ayer la exalcaldesa de Valencia y senadora territorial del Partido Popular, Rita Barberá. No sólo nosotros lo apreciamos así. Ayer, Pablo Casado y Javier Maroto, vicesecretarios de Comunicación y Sectorial del Partido Popular, respectivamente, así lo valoraron. En ese mismo momento, el presidente del Partido Popular y presidente del Gobierno de España en funciones, Mariano Rajoy, tuvo una oportunidad magnífica para denunciar la desfachatez y la descoordinación con la que se está produciendo la defensa mediática de algunos líderes del Partido Popular, tanto en la Comunitat Valenciana como fuera de sus fronteras, que denota falta de cercanía y cierto tono de burla respecto a los ciudadanos, los realmente afectados, diga el señor Alfonso Novo lo que diga. Pero no lo hizo.

A pie de calle no sabemos muy bien si soltar una carcajada o llorar, pues nos da la sensación de que se están riendo en nuestra cara y, precisamente, eso no nos hace ninguna gracia. Sin embargo, esto no deja de parecerse a algo así como un film de los Monty Python o una comedia de microteatro basada en el absurdo. Un entretenimiento barato que no desemboca en río cristalino. Más bien en las aguas fecales de la cloaca de la peor comunicación política que existe: la que transpira falsedad y carencia ya no solo de ética, sino de vergüenza.

Siguiendo con el símil dramático, el capítulo de ayer con la aparición estrella de Rita Barberá por la sede de Quart dejó a la altura del betún a otras entregas de la saga como el famoso “caloret” y otras salidas de tono, durante su prolongada etapa como alcaldesa. Aquellos hitos de la historia del cine no transcendieron más allá de lo anecdótico. Pero la actitud de la senadora que todo lo sabe, con un tono aleccionante -hasta que llega el momento de las preguntas de los compañeros de la prensa y deja de conocer- importa y mucho a la ciudadanía, que ve en multicámara y en HD como se les maltrata, humilla y se juega con ellos.

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