Bravo, doña Gabriela

La Educación privada merece una respuesta del conseller Marzà

A la salida ayer de la reunión del Consell Valencià de Cultura, el conseller Vicent Marzà, trató de tranquilizar a todos los sectores implicados en la Educación sobre el futuro de la iniciativa privada. Para reforzar mediáticamente su propuesta de escolarización pública a partir de los 2 años, afirma Marzà que en Conselleria han recibido «un alud de peticiones» de matriculación. La verdad es que nadie se puede llamar a engaño con la propuesta de Marzà: Compromís llevaba en su programa reforzar la Educación pública frente a la concertada y privada. Como miembro del gabinete de Ximo Puig, estamos convencidos que Marzà contará con la aquiescencia de los socialdemócratas en este plan de substitución de un modelo por otro; como también estamos seguros que de llevar alguna propuesta en esta línea a Les Corts, los podemitas también la apoyarían. Al fin y al cabo, las políticas que ponga en marcha este Consell, no dejan de ser la voluntad de los valencianos quienes con sus votos favorecieron el gobierno del bipartito y medio.

Hasta aquí, todo legal y políticamente discutible para quien no esté de acuerdo, pero Marzà debería explicar también si se incrementa la oferta pública qué pasara con el sector privado de la Enseñanza. Y no puede venir el conseller con que va a encargar el diseño de un plan estratégico -tan de modo en esta administración-, ya que sería un fraude a la ciudadanía si concurre con un programa electoral y después pretende que todos los valencianos paguemos la viabilidad de cada una de las medidas que lo conforman. Lo que sí debería explicar el conseller es si tiene preparado un plan de reconversión para el sector privado, ya que muchos centros privados cada vez extinguen más su oferta para infantil (enseñanza de 3 a 6 años) desde que esta fue declarada obligatoria. Y en muchas poblaciones pequeñas saben de que estamos hablando. ¿Qué pasará con los trabajadores del sector privado de la enseñanza en estas edades?, ¿lo absorberá el sector público? La redistribución de profesorado hace unos años de la Formación profesional al menguar la oferta, sería una posibilidad. Pero parece más preocupante el futuro de los empresarios del sector, porque ahí no cabe redistribución, si no explicarles qué pasará con sus empresas. Una industria puede dejar una línea de fabricación para pasarse a otra, pero los centros educativos son eso, centros educativos y no se puede segar la hierba que pisan estas empresas si previamente no se les dice cómo se van a ganar la vida en el futuro.

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