El Consell de la Generalitat Valenciana destinará más de 82 millones de euros a la lucha contra la extinción de los fuegos que se declaren en territorio forestal valenciano. Ello supone un aumento del 21% con respecto al ejercicio anterior, una buena noticia sin lugar a dudas, no se debe nunca recortar en la lucha contra el fuego, pues no debemos olvidar que, además del enorme patrimonio natural que está en juego, se juegan vidas humanas a la hora de protegerlo. Nunca se debería recortar en este campo. El aumento del montante económico que destina el gobierno valenciana a este respecto es totalmente positivo, no obstante, la mejor inversión en este asunto no es tanto aquella que se hace en la extinción del fuego, que también, sino en la prevención del mismo.
Antiguamente el pastoreo mantenía limpias grandes extensiones de terreno. La actividad forestal y la extracción sostenible de madera daban vida a un bosque que mantenía sus caminos limpios y despejados de maleza, vegetación la cual en caso de incendio supone algo así como gasolina para el fuego. La desaparición de estos usos tradicionales del bosque, el aumento de la presencia humana en los mismos, los recortes, los descuidos y la falta de concienciación están haciendo del bosque un lugar salvaje, presa fácil de las llamas. Es por ello que hay que insistir en la prevención de los incendios. Potenciar un uso sostenible de los montes, darles vida y aprovechamiento económico racional puede ser una de sus claves para sobrevivir en este entorno cada vez más poblado.
No debemos olvidar que además de ser una fuente de biodiversidad y un pulmón verde para nuestras tierras, los bosques son una de las más importantes señas de identidad que tenemos los valencianos, y un legado importantísimo que procurar dejar para nuestros hijos.