Con el campo no se juega

La procesión cívica del 9 de octubre: Bien de Interés Cultural

Ayer el pleno del ayuntamiento de Valencia aprobaba elevar una petición a la Conselleria de Cultura para la obtención de la declaración de la procesión cívica del 9 de octubre como Bien de Interés Cultural (BIC) Inmaterial. Afortunadamente el consenso y la proximidad entre grupos políticos alejados ideológicamente presidió la discusión de la moción que defendió el concejal Pere Fuset -verdadero protagonista, junto al alcalde Ribó, en estos primeros días del nuevo consistorio-. El Partido Popular de Alfonso Novo, enmiendas mediante, votó a favor junto a Compromís, PSPV-PSOE y Valéncia en comú, contando con la única abstención del grupo de Ciudadanos; si bien, el portavoz de los de Rivera, Fernando Giner, mostró una oposición “técnica” si se quiere, al solicitar que primero se definiera qué compone la procesión cívica, para más tarde elevar a Conselleria la propuesta para la consecución de la catalogación de BIC para esta celebración de todo el Pueblo valenciano. Junto al Tribunal de las aguas, la Muixeranga de Algemesí o el Misterio de Elche es justo que esta celebración que el Cap i casal ofrece a todos los valencianos, como la Real Senyera, y no solo a los valentinos.

Es de agradecer el abandono del tono de crispación que venía definiendo los primeros días de gobierno municipal tripartito y su relación con la oposición. Y es más loable todavía el motivo que ha unido a todos los grupos políticos: la celebración del recordatorio de la fundación del Reino de Valencia, forma política medieval que se le dio a la nacionalidad valenciana tal y como recoge nuestro estatuto de autonomía. Otra cosa es la oposición mediática furibunda que vienen realizando un par de cabeceras de capital vasco que incluso se atreven a manipular entrecomillados de concejales con el objetivo de crear más confrontación, únicas aguas en las que saben nadar, a la vez que demuestran la rabia al observar que ya no gobiernan “los suyos”. Periodismo hooligan que poco aporta; en fin, ellos sabrán. Mientras tanto, la mayoría celebramos que los temas de símbolos nos unan a los valencianos en vez de separarnos como tantas veces nos ha pasado. Y seamos inteligentes, y que la composición final de todos los elementos que vayan a formar parte de la procesión cívica en su declaración como BIC, no supongan la reedición de viejas “batallas” que tanto tiempo nos ha hecho perder a los valencianos en su conjunto, como pueblo.

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