Bravo, doña Gabriela

La vuelta de los jóvenes a casa

200 millones es la cantidad en que ha cifrado el Consell la generación de empleo para los jóvenes. Se trata de la puesta en marcha de un programa que lleva por nombre Avalem jóvens. Un plan integral de formación y empleo para jóvenes y que tendrá una actuación entre 2016 y 2018. En la información que hemos recibido los medios de comunicación por parte de la conselleria de Economia se nos indica que se trata de aunar los esfuerzos de todos los departamentos de la Generalitat que tienen relación con el empleo y de los sectores sociales para conseguir empleo para los jóvenes. En su presentación en les Corts el presidente Puig insinuó una refundación del Servef, porque, como durante tiempo se le insistía a los gobiernos del PP, las políticas activas de generación de empleo están transferidas y estamos convencidos que este organismo podía hacer mucho más por la creación de puestos de trabajo. El plan pretende la inserción en el mercado laboral de 80.000 personas, haciendo especial hincapié en aquellos jóvenes que han abandonado el territorio valenciano en búsqueda de mejores perspectivas laborales.

Así pues, no podemos más que felicitarnos porque el gobierno valenciano aborde este sangrante drama, sí bien hubiéramos agradecido mayor concreción en el plan, más allá de lugares comunes. Más teniendo en cuenta el drama que supone tener a tantos de nuestros jóvenes en el extranjero y siendo, como se viene afirmando, la generación mejor formada de nuestra historia. Una formación que ha costado mucho dinero para que después se “aprovechen” otros. Que nuestros jóvenes vuelvan a casa pero con buenas oportunidades, no en condiciones de precariedad laboral que según los sindicatos es el mayor lastre de los buenos números que arrojaba ayer la Encuesta de Población Activa (EPA). Un minitrabajo de 15 horas semanales, un contrato por obra sin ninguna seguridad laboral, el fraude de la contratación con una categoría laboral por debajo de la ejercida, los falsos autónomos o las jornadas laborales por encima de las 40 horas sin ningún tipo de compensación económica no animan a nuestros jóvenes a volver a casa por muchas ganas que tengan. No se trata (solo) de crear empleo, se trata de crear futuro.

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