Podemos fagocita a IU por fascículos, con premeditación y alevosía de Alberto Garzón y dejando sin alternativa a todo aquel y todo aquella que percibía Izquierda Unida como depósito de votos del descontento generado por coleta morada. Así se baticinó, así lo negó Tania Sánchez -alias ‘La corrupta de Rivas’, así lo intentó Garzón sin resultados y así ha sido finalmente. ¿Alguien se sorprende?
Hasta el rabo todo es toro, pero no debemos dejar de observar atentamente cada movimiento, cada frase, cada saludo, cada acercamiento y, por supuesto, cada acción en busca de rédito electoral en unos hipotéticos a la par que próximos comicios. Ya se ha concretado la unión entre Podemos y IU, para la que no les ha hecho falta la decisión de la militancia, ni a la parte que asume y no ha dejado nunca de describirse como izquierda, ni a la parte que sustituyó la izquierda por una transversalidad que nadie ve. Las consultas mejor que sean estériles, viciadas y con preguntas inútiles de las que ya sabemos la respuesta, como fue la que planteó si los podemitas de base querían gobernar con Ciudadanos.
Mientras tanto, Lo que cada vez es más claro es que va a ser imposible hallar puntos en común, mientras sigue creciendo la crispación y las posturas se alejan por pura estrategia de distinción del oponente. Pero no hay que ser muy listos para caer en la cuenta que poca gente modificará el voto en la izquierda y que, como sucede históricamente, gran parte de los votantes de Unidad Popular, Podemos, PSOE, Compromís, mareas y demás se quedarán en casa. ¿Eso a quién beneficia? ¿A Podemos? ¿A los indignados de cuya afección son garantes?
Si todo sigue así, Mariano Rajoy o su reemplazo, femenino o masculino singular, será presidente o presidenta del Gobierno. Que se lo hagan mirar el señor Garzón y el señor Iglesias.