Quietos parados, que dice la dicha popular. ¿Se han dado cuenta de que nuestros políticos están más callados que nunca? Ni fechas de investidura, ni debates, ni reuniones públicas. Todo está parado, pero no se ansíen, tiene fecha de caducidad, el 25 de septiembre. El próximo domingo.
El día 25 no es un día cualquiera, de él depende en gran parte el futuro de nuestro país. Hay elecciones en el País Vasco y en Galicia, y si conforme sean los resultados, veremos qué pasa a nivel nacional. Tal vez del resultado de las mismas y del equilibrio necesario en aquellas regiones dependa lo que pase en España.
No se habla mucho de esta posibilidad a la que vamos a hacer referencia y es que con los cinco votos del Partido Nacionalista Vasco, y el de Nueva Canarias, se suman los escaños necesarios para permitir una investidura de Rajoy. No hay que perder de vista esta variable. Además, si los socialistas sacan un buen resultado en ambas comunidades, es más que probable que sigan enrocados en su ‘no es no’.
Podemos por su parte, ha quedado difuso tras la marca de En Marea en Galicia, en lo que ya se interpreta como un síntoma de pérdida de frescura de la marca. No obstante, sí está fuerte la marca morada en el País Vasco, sin coaliciones ni listas conjuntas. Iglesias podría restar protagonismo a Bildu.
A quien sí le pueden perjudicar, y mucho, las elecciones vascas y gallegas, es a Ciudadanos. Todas las encuestas los dejan fuera del parlamento gallego a tenor de que el pasado 26J perdieron el único diputado que obtuvieron en aquella comunidad. Tampoco lo tendrán fácil en Euskadi, donde únicamente podrían arañar un escaño. Unos muy malos resultados de Rivera en Galicia y Euskadi podrían desencantar a sus votantes de cara a unas elecciones generales.
Así que, los partidos una vez más mirando por su interés más directo, por su cuota de poder. Y mientras, nuestra querida España, esta España nuestra, sin gobierno titular que la dirija.