Con el campo no se juega

Sopas de letras y polideportivos

No cabe duda alguna de que Valencia se ha convertido en los últimos años en epicentro de las campañas electorales. En las últimas elecciones, PP y  PSOE abrieron y cerraron aquí sus campañas. Y la presencia de Albert Rivera y Pablo Iglesias fue muy notable. Sabido es que España tiene cuatro comunidades clave por su peso poblacional: Madrid, Cataluña, Andalucía y la Comunitat Valenciana. Sabido es también que el panorama político en Cataluña no deja tanto hueco a los partidos nacionales como en el resto de autonomías. Es por ello que, dejando el feudo socialista andaluz a parte, Madrid y la Comunitat Valenciana son dos caladeros de votos importantísimos para los cuatro partidos grandes. Este pasado fin de  semana se ha comprobado con la presencia de Rivera y destacados miembros de Podemos en la ciudad de Valencia.

No obstante, a pesar  del vuelco que hay con la ciudad, parece que los nuevos no acaban de generar el entusiasmo que generaron meses atrás, aunque realmente nuevos como tal sólo está Podemos, ya que sus socios de Izquierda Unida y Compromís no lo son, como tampoco lo es Ciudadanos, que fue fundado allá por el 2006 y cuyo líder ya acumula diez años de pasado en las instituciones catalanas.

La candidatura ‘A La Valenciana’ eligió el Polideportivo de El Cabanyal como espacio para su mitin, un espacio mucho más reducido que el elegido en la pasada campaña, el estadio de la Fonteta de Sant Lluís, el cual quedó abarrotado y con gente a las puertas. A pesar de ello, los partidos de la izquierda y nacionalistas llenaron el centro deportivo. No fue ese el caso de Albert Rivera, quien acudió esta vez a la Plaça dels Furs, tras las Torres de Serrano, y que, ante apenas unos pocos centenares de seguidores, entre los que se contabilizaba una mayoría de concejales, diputados y afiliados, volvió a explicar su programa electoral, no sin antes elevar una dura crítica a los partidos que concurren en coalición, lo que Rivera llama ‘sopa de letras’. Cualquiera diría que en su día no intentó hacer también ‘sopa de letras con UPYD’ o que no se tragó de un bocado a partidos como el Centro Democrático Liberal, el Partido Regionalista de Castilla y León, o decenas de partidos y agrupaciones locales de corte municipalistas.

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