Como en la vida misma, los clásicos siempre serán clásicos. Una buena moto clásica, una chaqueta de cuero o vaquera, un sencillo plato de comida. Clásicos, o viejos si lo prefieren. Duraderos en el tiempo en todo caso. ¿Se han fijado que lo clásico siempre vuelve? ¿Que la historia siempre se repite? En política pasa algo parecido, y es que, los últimos sondeos aparecidos en diversos medios, y la propia sensación en la calle, es que, al menos a nivel valenciano, los partidos nuevos bajan y los viejos suben. Baja, y mucho Ciudadanos, también Podemos. PP, y algo el PSOE, remontan. Compromís, como siempre, es una incógnita.
Parece que las crisis no afectan siempre negativamente a los partidos. A veces una crisis y una convulsión interna sirven para avivar la llama. De la misma manera que pasa con el fuego.
Ni la guerra de guerrillas en el PSOE, ni los juicios a ex cargos del PP parecen medrar en sus votantes. Todo lo contrario. Sin embargo, Rivera e Iglesias ven menguar cada día sus apoyos. No en balde uno está rezando para que no se repitan las elecciones y otro lo hace para que el PSOE apoye al PP, o ambos hacen las dos cosas a la vez, que también puede ser.
Mientras el panorama sigue igual, o peor. Pronto tocará hablar de presupuestos, y ya veremos si para entonces tenemos gobierno. El desafío independentista sigue su curso, pues ya saben que sin victimismo y llanto hay quien no sabe hacer política, y gestionar es demasiado trabajo.
Sube lo viejo y baja lo nuevo. Quién nos lo iba a decir hacer solo algunos meses. Cuantas ilusiones, cuantos desengaños. Al final va a resultar que aquel refrán valenciano que pide ‘no cambiar les sendes velles per les novelles’, va a ser más bien cierto.