Cuenta atrás para la unificación de pagos en euros en las transacciones

 

VLC News habla con el asesor de empresas Alex Santaella que nos explica de forma sencilla en qué consiste esta nueva normativa que se aplicará a partir de febrero de 2014 en todas las transacciones de los países de la Unión Europea. Si eres empresario, toma buena nota.

 

¿Cómo explicaría el SEPA de forma sencilla?

El SEPA se considera una nueva forma de operar a nivel bancario entre estados miembros de la UE que trabajan o no en euros, que facilitará la rapidez, el coste y la accesibilidad de las transacciones. Esto ofrecerá mejoras competitivas sobre todo para las empresas pero también ayudará a los particulares que lo necesiten. Es una forma de unificar criterios y eliminar las barreras que en estos momentos impiden agilizar ciertos procesos. En definitiva es el paso que les faltaba para tener una operativa monetaria común. 
 

¿A qué sectores va a beneficiar más esta medida?

No tiene porque beneficiar a un sector en particular, será ventajoso para el conjunto de la población: empresas, particulares, administraciones públicas… Todas aquellas organizaciones que trabajen a nivel bancario con países adheridos a las UE verán como incrementa la rapidez de sus gestiones, que serán mucho más dinámicas y presentarán un grado de innovación que hasta el momento no se había visto. Por razones lógicas aquellos sectores que trabajen abiertos al exterior se beneficiarán de todas estas mejoras. Ten en cuenta que la balanza comercial española es una de las mejores de la UE a pesar de la crisis. Nuestro nivel de exportación va en aumento y si el coste de producción sigue cayendo, como lo está haciendo, seguramente las exportaciones en nuestro país crecerán año a año. 

 

¿Qué cambios va a suponer para una empresa o pyme española? ¿Ahorrarán gastos?

Todavía no se sabe el coste que va a suponer para las empresas ni tampoco a que nivel va a afectar a su forma de trabajar. Pero piensa una cosa, esto es a diseñado para facilitar el movimiento de capital entre la UE, no para dificultar la organización de las empresas. No les llevará grandes cambios aunque todavía no se exactamente en que gradó les afectará. 

 

¿La migración de sistema de pago será costoso o es sencillo para una empresa?

Muchas empresas ya trabajan con países europeos y utilizan sistemas de pagos internacionales. Más que el coste lo que se busca es dar sencillos y agilidad a los procesos, por tanto simplificara las tareas. El coste seguramente lo determinen los bancos, como hacen siempre. 

 

¿Qué ventajas va a suponer para los empresarios y consumidores?

Las ventajas serán sobre todo de unificación de criterios, lo que hará que todos los consumidores trabajen de la misma forma. Creo que es la mayor ventaja, el tiempo dirá si es para bien y veremos si también reduce los costes, aunque tal vez esto último venga determinado por un ahorro en tareas que repercuta en un coste final inferior. 
 

¿Alguna desventaja?

Las desventajas las desconozco, por lo que veo me parece una buena iniciativa. Tal vez el proceso de adaptación sea una desventaja, sobre todo para consumidores menos dados a los cambios. Pero es algo transitorio. Con el tiempo veremos en que repercute y si aparecen desventajas notables. 

 

 

Para llevar a cabo estos pagos se han creado dos instrumentos que se introducirán en los 27 países de la Unión Europea: la transferencia SEPA y el adeudo directo SEPA, y que deberán usarse en todas las transferencias y domiciliaciones en euros realizadas en la zona euros, ya sean nacionales o transfronterizas, y por tanto sustituirán a los instrumentos de pago nacionales utilizados hasta ahora.

Así, la transferencia SEPA permitirá movilizar fondos hacia otra cuenta de un mismo país o de otro diferente en el plazo de un día hábil y de ésta forma se agilizarán los trámites de pagos a proveedores. Mientras, con el adeudo directo SEPA una empresa de cualquier país podrá realizar cargos directos en cuentas de cualquier otro país adherido al SEPA. Para facilitar esta transferencia de fondos se ha adoptado un formato estándar internacional para identificar las cuentas de pago: el código internacional de cuenta bancaria (IBAN). Se usará, además, un código para identificar las entidades bancarias: el BIC.

También se ha creado una zona única para tarjetas que permitirá a los consumidores utilizar las tarjetas que emplean en sus propios países para realizar compras en otros países de Europa. Así, los comercios podrán aceptar tarjetas de crédito de cualquier país europeo. El comercio electrónico será otro de los beneficiarios de esta estrategia. Los países europeos que utilizan una divisa diferente al euro también adoptarán éstos instrumentos para los pagos en euros antes de finalizar 2016, por lo que las transacciones se verán claramente simplificadas.

 

Para más información puede consultar este link.

 

 

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