España ha colocado 3.074 millones de euros en letras a tres y nueves meses por las que ha tenido que pagar el interés más elevado en lo que va de año y ha cerrado el primer semestre con el 63,3 % de sus necesidades de liquidez para todo el año.
De los más de 3.000 millones de euros adjudicados, 933,94 han salido a tres meses con una rentabilidad del 0,9 %, la más alta desde diciembre y casi el triple que en la anterior emisión, celebrada en mayo (0,353 %). Los 2.140,85 millones de euros restantes han salido a nueve meses con una rentabilidad del 1,49 %, muy superior al 0,81 % de la puja precedente y la más elevada desde que el Tesoro emite a este plazo, en enero de este año.
Los expertos coinciden en resaltar la buena acogida que encuentran las emisiones de deuda entre los inversores. La ratio de cobertura, que es la proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado, ha sido bastante elevada, 2,5 veces, ya que las solicitudes de las entidades financieras han alcanzado 7.818 millones de euros.
Así, tanto España como Italia han tenido que pagar más por sus emisiones por diversos factores, como la confirmación de que la Reserva Federal de EEUU retirará sus medidas de estímulo, la desaceleración de China y la inestabilidad política en Grecia e Italia.
Tras la emisión, la prima de riesgo de España, que en la sesión del lunes había llegado a superar los 330 puntos básicos, se ha reducido a 319, doce menos que al cierre de la jornada anterior. El rendimiento del bono español a diez años, cuyo diferencial con el alemán del mismo plazo mide el riesgo país, ha caído por debajo del 5 % que superaba la víspera.
La de este martes ha sido la última emisión de deuda del semestre, seis meses durante los cuales España ha captado ya en el mercado 76.808 millones de euros dentro del programa de financiación regular a medio y largo plazo, lo que supone el 63,3 % de lo previsto para todo el año, 121.300 millones de euros. Hasta el próximo 4 de julio, el Tesoro no tiene prevista ninguna emisión de deuda