Iberdrola lanza un proyecto para controlar la suciedad de los equipos de refrigeración de las centrales

Iberdrola ha lanzado un proyecto europeo que se desarrollará en la central de ciclo combinado de Castellón que pretende demostrar que se puede utilizar de manera eficiente el CO2 proveniente de los ciclos combinados para sustituir productos químicos clorados para el control de la suciedad de los equipos de refrigeración de centrales energéticas causado por moluscos como los mejillones.

Durante la presentación del proyecto, la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig ha animado a las empresas valencianas a seguir el ejemplo de Iberdrola e invertir en medio ambiente. «Afortunadamente la preocupación ambiental ya no es exclusiva de la administración y los grupos conservacionistas, ahora las empresas privadas también se implican en la conservación de nuestro entorno», ha manifestado.

Bonig ha realizado estas declaraciones en la presentación del nuevo programa LIFE+ CO2Formare que lidera Iberdrola Generación y que se desarrollará en la central de Ciclo Combinado de Castellón. Al acto han asistido, también, el alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, y el rector de la Universidad Jaume I, Vicente Climent

La consellera ha explicado que en los últimos cinco años, desde 2009, las industrias de la Comunitat han invertido más de 550 millones en todo tipo de infraestructuras para mejorar su comportamiento ambiental y sólo durante el año pasado se tramitaron 178 expedientes de convalidación medioambiental «que suponen una inversión de más de 97,7 millones de euros».

Isabel Bonig ha querido remarcar que desde el Consell siempre se ha tenido como «prioridad» la defensa del medio ambiente, «pero hay que trasladar a la sociedad que el medio ambiente no es sólo protección, sino también mejorar para aumentar la calidad de vida de las personas», por lo que «el cuidado de nuestro ambiente no es incompatible con el desarrollo de nuestro territorio y la creación de empleo y riqueza».

«Hay que resaltar esta parte de la protección del medio ambiente, más allá de la conservación de la flora, la fauna y el territorio, también hay que poner en valor y reconocer la labor que realizan las empresas valencianas para compatibilizar sus procesos productivos con la conservación del entorno y lograr el desarrollo sostenible en la Comunitat Valencia», ha apuntado Bongi, quien considera que esta inversión también es protección medioambiental».

PROGRAMAS LIFE+

Por otro lado, la consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente ha explicado que la Comunitat Valenciana ha sido pionera y «hoy por hoy lidera la obtención de fondos europeos a través de los programas LIFE+». Estos programas son iniciativa de la Unión Europea a través de la que se contribuye a la protección del medio ambiente y al desarrollo de proyectos en este campo de actuación.

«Concretamente la UE ha aprobado destinar 16,2 millones de euros a proyectos relacionados con el medio ambiente que se desarrollan en la Comunitat Valenciana, entre ellos, el CO2Formale que hoy se ha presentado aquí y que cuenta con cuatro millones de euros de inversión», ha dicho.

Iberdrola Generación lidera el proyecto de I+D presentado este lunes, CO2Formare, dotado con más de cuatro millones de euros de presupuesto y en el que participan otros seis socios españoles: la filial de ingeniería de Iberdrola, el Clúster de la Energía de la Comunidad Valenciana, Idesa Fabrication, el Centro Tecnológico del Agua (CETaqua), Nalco Española y la Compañía de Tratamiento de Aguas OX-CTA.

Según las estimaciones iniciales, en una central de ciclo combinado de 400 megavatios (MW) de capacidad instalada podrían destinarse a este cometido hasta 50.000 toneladas de Co2 al año, por lo que la tasa de emisión de las plantas térmicas a la atmósfera se podría reducir de forma notable.

El éxito de este proyecto contribuirá, mediante la aplicación de tecnologías innovadoras, al cumplimiento de los compromisos de la Unión Europea en el marco del Protocolo de Kyoto, así como a los relacionados con el límite de emisiones de gases de efecto invernadero de la UE para 2020.

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